miércoles, 20 de mayo de 2015

“EL ANCLA: UN SÍMBOLO DE NUEVITAS”.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Nuevitas, como todos los pueblos tienen símbolos que la identifican, entre los que sobresale el “ancla”. La identidad permite reconocernos como partícipes de lo propio, es el hecho de compartir los elementos culturales entre los integrantes de nuestro grupo social. La identidad significa pertenencia. La pertenencia es condición de la existencia social. En tanto exista conciencia de la identidad no existe exclusión. Lo anterior refuerza la idea de cuidar ese elemento identitario en el que nos vemos reflejados colectivamente. Aquí echaron anclas las naves que en fecha temprana del siglo XVI fundaron el asentamiento originario de Santa María del Puerto del Príncipe. El 1ro de junio de 1780 fue habilitado el Puerto de Nuevitas para el comercio de cabotaje y en 1783 por Real Orden se concede a la colonia la Aduana. El 31 de diciembre de 1828 para los efectos marítimos Nuevitas se convirtió en una de las cinco provincias marítimas del país, con batería y guarnición. En 1847 se estableció el emblemático faro Colón en Punta de Maternillos para guiar la navegación. Sería interminable la lista de hechos importantes que tuvieron como escenario embarcaciones en la Bahía de Nuevitas. Desde aquí han zarpado innumerables flotas hasta los más disímiles puntos del planeta y aquí han echado anclas importantes embarcaciones, desde las que en nuestro devenir permitieron que llegaran aquí útiles necesarios para el desarrollo económico hasta las que como el pequeño “ Yaloven ” trajeron hombres y parque para la victoria más reciente en 1959. En este puerto levantó anclas el primer buque que trasladó hasta tierras angolanas a nuestros hermanos en auxilio a ese pueblo dando inicio a la Operación Carlota acordada en el Primer Congreso del PCC. ¿Quién duda entonces que la historia y cultura de Nuevitas ha sido escrita acompañados de su bahía y mar? El ancla es uno de los símbolos del mar más universal. Fue usado ya por los artistas que en la antigüedad habitaban en las zonas que circundan al Mar Mediterráneo para representar la navegación marítima. Por el hecho de mantener una embarcación fija en el mar, también se constituyó en alegoría de la esperanza o de la salvación. En medio de la movilidad del mar, ella es lo que fija, ata, asegura. Por ser un objeto de peso que retiene al navío, el ancla se considera un símbolo universal de firmeza, solidez, tranquilidad y fidelidad. Fue utilizada a inicios de la década de los años 70 del pasado siglo en un logotipo utilizado por el antiguo Poder Local – estructura de gobierno existente entonces - para identificar la entonces Región de Nuevitas. El ancla da la bienvenida a todos a la entrada de la ciudad. Ella debe ser conservada como esencia misma de lo que somos. De esta manera en “El ancla de Nuevitas” en la que se sintetiza la actividad pasada y presente de un pueblo que ha recogido lo mejor del legado de los que le antecedieron y escribe nuevas páginas dirigidas a legar una obra mejor a las futuras generaciones.

ESCRITORA NUEVITERA HABLA DE DOS GRANDES MUJERES CAMAGÜEYANAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. La insigne escritora nuevitera, Emilia Bernal Agüero, Declarada póstumamente “Hija Distinguida “de la ciudad, en un interesante artículo a modo de introducción a una nueva edición de la Biografía de Joaquín de Agüero y Agüero tuvo palabras de elogio para Gertrudis Gómez de Avellaneda y Aurelia castillo. Se trata del prólogo al libro que su abuelo Francisco Agüero y Estrada había publicado en Nueva York en 1853 y una nueva edición se imponía para divulgar la prolífera vida de Joaquín. De la primera, reiteró su brillo en el uso del idioma al referir: “Avellaneda, que pone por encima de toda América, a la altura de los mejores de todas partes, la lengua que el conquistador nos enseñara, no para que dijésemos con ellas palabras de belleza y de amor, como hizo Tula, sino para que fundiésemos en su horno los epifonemas, resúmenes dolientes o trágicos, y las imprecaciones arrancadas al dolor que nos causó.” No era una casualidad que la Bernal tan adelantada al tiempo que le tocó vivir, apreciara tan altamente las letras de la Tula, que había dejado páginas inigualables en la literatura cubana e iberoamericana, dando fe de su talento y su exquisita cultura de la de la apreciación de la creación literaria. De la segunda puso de manifiesto su impar finura y la profundidad de sus ideas al realizar indiscutibles aportes al pensamiento cubano de la época: “Aurelia Castillo, que era el talento equilibrado, el pensamiento filosófico, el buen gusto sin tacha, el sosiego, la paz. Fuera del círculo de los gestos últimos camagüeyanos, ella blanca, azul y dorada, era la majestad. Su obra más digna de arca griega que de altar romántico no tuvo sangre ni pus, tan humanos, sino fragancia de jazmín y tersura de lirios. No hay palabra de quietud con que evocarla. Cuando se piensa en ella no dice nada la palabra serenidad.” Puede que además de reconocer en la Castillo condiciones excepcionales que la hicieron ocupar un importante lugar en el parnaso camagüeyano, se añadiera en su valoración el aval creado al Aurelia aceptar orgullosa en vida que a la primera escuela pública de Nuevitas se le pusiera su nombre, razón por la cual envió su foto con una hermosa dedicatoria, que aun se conserva, al centro de estudio. De esta manera se reúnen en un mismo texto féminas que marcaron pautas en el que hacer cultural de Nuevitas y Camagüey, tal parece que quedaran apresadas en ese prólogo como quien intentara perpetuarlas en la historia. Quedan así las tres como orgullo de la comarca que debemos hacer saber a visitantes y las generaciones por venir.

CURIOSOS ATUENDOS EN CARNAVALES DE NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Por estos días en que las calles de Nuevitas van adquiriendo temperatura por el paso de congas y “conugueros” como antesala del carnaval, viene a mi mente las más raigales costumbres de tiempos pretéritos en los que el ingenio popular hizo galas de los complementos usados por las generaciones de entonces para dar colorido al convite. Apenas se anunciaba el carnaval y pululaban vendedores de curiosos accesorios que venían a complementar la vestimenta que se empleaba por las generaciones de entonces. Carruajes de armadura de madera, con ruedas de patines eran empujados por los perseverantes vendedores de aquellos elementos que tanto llamaban la atención de niños y jóvenes. Aquellos vendedores ambulantes exhibían en sus armazones: pachanguitas, largos güines de coco ataviados con plumas de diferentes colores que hacían distinción de la artesanía, pitos de diferentes diseños y sonoridades, antifaces, espejuelos plásticos, boleros, yoyos, animales inflables, jiribillas, reguiletes, marionetas, en fin todo lo imaginablemente posible con el pretexto de tan esperada ocasión. Las curiosas jiribillas eran figuras humanas disfrazadas pintadas y recortadas en un cartón, sus brazos y piernas iban sueltas, el cuerpo estaba fijado a un fino listón de madera bellamente envuelto y decorado con papeles de colores. Los brazos y piernas tenían un punto fijo el los hombros y parte inferior del muñeco. Las cuatro extremidades estaban atadas con un fino cordón que pendía de la figura de modo que al halarlo movía intranquilo los brazos y piernas. Existían figuras de payasos, brujas y otros personajes populares. No faltaban las “pachanguitas”. Una especie de sobrero tejido de guano cuya ala alcanzaba a penas dos centímetros de ancho. Se acostumbraba entonces a adornarla con aquellas “plumas” que de múltiples colores habían sido fijadas a los largos güines de coco. De modo que se elaboraba con ella un arco desde la parte trasera del gorro hasta la frontal. Otros preferían llevarla vertical sobre la pachanguita a todo su largo. Algunos más avezados se las agenciaban para esconder entre sus plumas un pequeño bombillo de linterna que alumbraba alimentándose de las baterías escondidas en el gorro. ¡Aquello era todo un hecho de notoriedad! Ahora, cuando nuevos cánones de la moda carnavalesca se impone y aparecen nuevos referentes para exhibir en tan esperada ocasión, los que ya van a peinar canas recuerdan aquellos curiosos “atuendos” que tanto colorido regalaron a los carnavales de entonces. De momento ¡ a arroyar como las jiribillas ¡

UN NUEVO ANIVERSARIO DEL CRIMEN DE CORTADERA.

Por Ricardo Ferrer Aluija. En el central El Senado, entonces perteneciente a la jurisdicción de Nuevitas, los trabajadores ocuparon el ingenio a partir del 9 de septiembre de 1933, crearon su Comité de Huelga, al que se sumaron los trabajadores agrícolas que en su mayoría eran haitianos y jamaicanos. Sus demandas entonces eran el aumento de salario, jornada de 8 horas de trabajo, mejores condiciones para las viviendas de los obreros del central, luz eléctrica y cese de atropellos e injusticias con los trabajadores. Las orientaciones se las había impartido Pedro Stadolsky, ruso, dirigente de la Confederación Obrera de Cuba, que en octubre fue arrestado y debido a las protestas, liberado y retornó a la entonces Unión Soviética. Una comisión de trabajadores se dirigió a La Habana a entrevistarse con Emilio Sánchez, administrador del ingenio, pero el no aceptó las propuestas de los obreros. Días después al efectuarse una asamblea de obreros del ingenio, fueron atacados por la Guardia Rural, iniciándose una cruel represión, oportunidad en que fueron detenidos algunos obreros y trasladados a la cárcel de la ciudad de Nuevitas. Como la situación se prolongaba se organizaron “Comisiones de Estacas” con el propósito de protegerlos. En noviembre, un carro de línea salió del batey cargado de alimentos con guarda jurados, al parecer a surtir una bodega. Recorrieron distintas colonias e informaron a los obreros que la huelga había terminado y los invitaron a una fiesta al central al día siguiente. Algunos de los huelguistas decidieron ir al batey y se les unieron más macheteros, al frente iban los negros antillanos. En Loma de Cortadera, el 20 de noviembre de 1933 fueron agredidos a tiros de fusil, el saldo trágico fue de 21 muertos, uno jamaicano y los demás haitianos, los heridos fueron rematados y el día 22 llevaron los cadáveres para el cementerio de Senado, enterrándolos en fosa común. El cónsul de Haití recibió una gratificación de los Sánchez, (dueños del central) a fines de año por su discreción y así se evitaron un problema internacional. El 14 de diciembre de 1933 algunos obreros del central le dirigieron una carta al director del periódico Bandera Roja, órgano del Partido Comunista, describieron los hechos ocurridos en el central Senado, y como se desarrolló la huelga, bajo la dirección organizaciones sociales, Pedro Stodolsky e Hipólito González Torralba. En el lugar que ocurrieron los hechos de Cortadera se levanta un obelisco que perpetua el repudio al horrendo crimen, en cada aniversario se realiza una peregrinación donde participan pioneros, y pueblo, y en varias oportunidades ha participado en dicho acto el embajador de Haití y otros funcionarios de la embajada del hermano país.

EMBARCACIONES EN LA BAHÍA DE NUEVITAS A FINALES DEL SIGLO XVIII E INICIOS DEL XIX.

Por Ricardo Ferrer Aluija. El movimiento marítimo en la Bahía de Nuevitas entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX debió ser significativo. Recientes estudios publicados por la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey revelan una muestra de aquella presencia, que por entonces debió realizarse básicamente desde el lejano Pueblo Viejo. Escrituras de compraventa asentadas en los Protocolos Notariales de Marina, hoy conservados en el Archivo Histórico Provincial de Camagüey constituyen una muestra de ese ir y venir de embarcaciones por la bahía pues, como debe suponerse, no todas las embarcaciones han sido registradas en esos documentos. Entre 1790 y 1807 en los mencionados registros aparecen Balandras, Goletas, Pailebot, Bergantín, Bergantín-goleta, Guaioro y Lancha. Las Balandras registradas son “El Delfín”, “Jesús Nazareno”, “Nuestra Señora de la Concepción” y “San José y las Ánimas”. Las Goletas son “Florentina”, “Las dos Hermanas”, “Nuestra Señora de la Concepción”, “Nuestra Señora de los Dolores”, “Nuestra Señora del Carmen”, “San Fernando”, “San José y las Ánimas o La Fortuna”, “San Juan Bautista del Carmen y “Santa Rosalía”. Aparecen en los documentos el Pailebot nombrado “El Pez Volador”, el Bergantín-goleta “La Unión”, los Guairo “Nuestra Señora del Carmen”, “San José y las Ánimas” y “Santo Cristo del Buen Viaje”.. Debido a las características de la Bahía de Nuevitas, se convirtió en una plaza ideal para el comercio de contrabando. Como aseveran los investigadores de la OHCC: “En tal sentido, cualquier asentamiento en sus márgenes reconocido oficialmente vendría a ser para el gobierno español una suerte de mecanismo de regulación mercantil. Al menos este es el significado más evidente que sugiere el hecho de que Lázaro José de Pinto, principal vecino impulsor del poblado y dueño de sus tierras, fuera nombrado capitán pedáneo del puerto y guarda mayor, además de la construcción de una pequeña batería en la elevación colindante conocida como El Soberano”. Así las cosas y después de lo referido, es evidente que para tan temprana fecha ya nuestra bahía era escenario de un revelador movimiento de embarcaciones que nos legan el secreto de un comercio que debió ocupar buena parte del tiempo de los que por entonces moraban esta ribera.

POEMA DEDICADO A EMILIA BERNAL POR SU MADRE

Por Ricardo Ferrer Aluija. Concha Agüero de Bernal, dio realce con su presencia a las tertulias literarias de la sociedad filarmónica, el hecho de tener su esposo sordo le obligaba a mantenerse alejada del centro de la ciudad así fue como se trasladó hasta Nuevitas en la que el 8 de mayo de 1884 cuando tuvo a su hija, la destacada poetisa Emilia Bernal Agüero. Maestra y escritora también Concha nos legó obras literarias de notable valía entre las que se cuentan : “ A Cuba”, “El Llanto Filial”, “Amor y Olvido”, “Voto de gratitud”, “La Plegaria”, “La Primavera” y “A Mi Hija”, este último por su importancia, lo transcribo a continuación: Me pides que no llore, pobre niña, y tu llanto filial corre también. Feliz tú, que no sabes por qué lloras, Dichosa tu, que sueñas con el bien. El llanto es el consuelo de los tristes y es forzoso que corra su raudal cuando ha roto sus diques entre el pecho de amargura un violento manantial. El llanto y la oración tan sólo pueden darme su aliento celestial a mi y necesito aliento ¡hija del alma! Para vivir y batallar por ti. ¡Ay! Yo he luchado con valor de atleta por legarte un dichoso porvenir, por darte educación y hacerte buena, viendo en ti la existencia sonreír. A ese mundo grandioso me remonto en olas de angustioso frenesí, y en las manos de Dios coloco humilde el porvenir que darte pretendí. Cuando la tumba mis despojos guarde, resignada, mi bien, ora por mí No llores por mi ausencia, ángel querido Yo desde el cielo velaré por ti Ahora cuando el viejo San Fernando de Nuevitas, se alista con renovadas motivaciones en celebrar el aniversario 131 del natalicio de nuestra Emilia, acudiremos a la necrópolis de la ciudad a llevar flores a su madre y entre la brisa del mar cercano y el necesario recuento, leeremos ante el mármol que la recuerda este singular poema como si con aires de frescura se lo declamara a su hija aquí en Nuevitas, la que la Bernal Agüero describió como “…la ciudad de los amores de mi madre…”

A LA SAZÓN DEL PRIMERO DE MAYO EN NUEVITAS

Por Ricardo Ferrer Aluija. Al triunfo de la revolución en 1959, la clase obrera sentaba una tradición de clases heredada de varias generaciones de lugareños. Estaba agrupada entonces en gremios y sindicatos, pero aún se reflejaban los acuciantes problemas heredados del sistema capitalista y dirigentes sindicales corrompidos, poco a poco fueron ganando comprensión en las condiciones de una Revolución, correspondió a los obreros revolucionarios reorganizar y depurar del movimiento obrero a los elementos contrarios a la Revolución. Con posterioridad se fueron incorporando a las distintas movilizaciones de apoyo a las distintas medidas y leyes revolucionarias, debido al trabajo sistemático del Comisionado Obrero, Raúl Nápoles Reyes y con el apoyo del Comité Municipal del Movimiento 26 de Julio que tuvo que actuar en algunas ocasiones como interventor de algunas organizaciones obreras, en este trabajo colaboró con toda sus fuerzas el Capitán Lawton, hombre de larga trayectoria revolucionaria. Ejemplos de este apoyo a la Revolución fue la presencia de obreros de Nuevitas, Senado y Lugareño en la Concentración Provincial en apoyo a la Revolución en el Casino Campestre, en Camaguey en enero de 1959 .Con el desarrollo de distintas asambleas obreras dieron su apoyo a la defensa de la Patria y acordaron crear comisiones para financiar la compra de armas y aviones apoyando así la “Operación Verdad” llevada a cabo por la Revolución. El primero de mayo de 1959 junto al Ejército Rebelde el movimiento obrero estuvo presente en la concentración por el Día de los Trabajadores, por primera vez libre de ataduras politiqueras, una representación asistió al acto Provincial en Camagüey, clausurado por el Comandante Camilo Cienfuegos. A partir de mayo dio inicio un proceso de elecciones en la base para seleccionar los nuevos dirigentes sindicales y eliminar a los mujalistas que aún quedaban en la dirección de algunos sindicatos. En medio de todo este proceso, apoyaron los distintos paros nacionales de apoyo a la Revolución y a Fidel, en julio de 1959, se desarrolló un paro de 1 hora en todos los centros en contra de la conducta divisionista del hasta entonces Presidente de la República Manuel Urrutia Lleó. Aún persistían los problemas con los dueños de los medios de producción; hubo que atender los conflictos laborales que se presentaron como el despido de los obreros de la Cía. de Petróleo Sinclair , paralización en la Industria del Henequén, los obreros se declararon en huelga de hambre por el no pago de su jornada laboral y a ello se sumó , la ardua lucha por agremiar a los llamados “caballos” del puerto, que hasta entonces ocupaban plazas que cedían a otros para que le retribuyeran con la mitad del salario sin laborar. . Así se forjó el carácter que sentó cátedras de una tradición clasista que sirvió a la estrategia y táctica de la unidad nacional para enfrentar los grandes desafíos que se le presentaría a la Revolución Socialista. Ahora cuando los Cinco Héroes que guardaron injustas condenas en estados unidos estarán por vez primeras en la celebración proletaria nacional y en el proceso de acercamiento entre cuba y estados unidos el país del norte ha reconocido el fracaso de más de medio siglo de política hostil contra nuestro país, los nueviteros marcharemos seguros y confiados en la justeza de las ideas por las cuales han luchado varias generaciones de cubanos.

NUEVITAS EN JOAQUÍN AGÜERO Y AGÜERO.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Joaquín Agüero y Agüero fue actor importante de esa pléyade camagüeyana que se adelantó en el tiempo en la lucha por la independencia de Cuba. El 4 de julio de 1851, encabezada por el fue redactada y aprobada en San Francisco de Jucaral, por primera vez en los campos de Cuba Libre, una Declaración de Independencia. Entre sus más cercanos colabores contaba con Francisco Agüero Estrada “El Solitario” , su primo hermano que se entregó a la justa causa y una vez fallecido Joaquín, dio a conocer su biografía escrita por el en Nueva York en 1853, y publicada en periódico La Verdad de aquella metrópoli. En la biografía de Joaquín, a quien el autor lo nombra con frecuencia como Don Joaquín, Francisco Agüero remarca: “Sumamente irritado el gobierno en vista de los folletos que así de Puerto Príncipe como de Nuevitas, donde residía últimamente Don Joaquín, circulaban de continuo por la Isla, dispuso que se registrasen varias casas entre las cuales fue una la suya; mas en vano se hicieron las diligencias por parte del gobierno, porque como estaba previsto, se trabajaba con suma precaución.” Como se deduce de la anterior cita, Agüero y Agüero había fijado residencia en Nuevitas, desde donde dirigía sus acciones conspirativas contra el gobierno colonial español. Aun continúa siendo una incógnita la ubicación exacta de la residencia que este ocupó, no obstante la oralidad indica que se alojó en un pequeño hotelito de la calle “La Marina” nombrado por entonces “Miramar”, por encontrarse en la línea de costa de la ciudad con balcones que permitían dicvisar los hermosos amaneceres en la Bahía de Nuevitas. Nadie mejor que “El Solitario”para ser tomado como fuente primaria acerca de la actividad revolucionaria de Joaquín de Agüero. Tres son las razones que sustentan esta afirmación: Primero fue su primo; segundo, compartió los ajetreos conspiradores con el y tercero, publicó la biografía de Joaquín a sólo dos años de haber sido fusilado, lo que le brinda un importante valor indicativo a su libro, en el que refiere: “Habíase refugiado Don Joaquín en las montañas que median entre Nuevitas y Las Tunas, se había unido a otros patriotas que también eran perseguidos, por la infame delación de un tal Urra, entre los cuales figuraban romo principales Don José Mateo Ponte, y Don Pablo A. Golivart…Era, pues, una montaña encumbrada que a uno de sus amigos se le ocurrió llamar "El Buen Refugio", situada, como se ha dicho entre Las Tuas y Nuevitas. “ Además conservó a la posteridad el detalle de su última escaramuza: “…llegó a reunir unos cuarenta hombre, antes de su última dispersión, se situó en los montes que median entre Las Yeguas y El Cercado, para dominar los dos caminos, que por tierra, conducen a la ciudad de la Habana, y la tercera, que nunca llegó a consolidarse, en las montañas de Cubitas, para dominar ambos caminos de Nuevitas y el puerto de Guanaja.” El 12 de agosto de 1851, Joaquín Agüero y sus compañeros eran fusilados. El Solitario había participado en el asalto de Victoria de las Tunas, en 8 de julio de 1851 y el 13 del mismo mes tomó parte en el combate de San Carlos, separándose del grueso de la partida cuando ésta emprendió la retirada, permaneciendo varios días extraviado por el monte, hasta que pudo orientarse y pasar a la zona de Nuevitas, donde estuvo oculto hasta el 31 de octubre siguiente, en que pudo pasar a los Estados Unidos, con unos treinta fugitivos más.

LA CARTA DE MËXICO Y LA EXPEDICIÓN DE NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. La Carta de México ha pasado a la historia como un singular documento que desde la estrategia revolucionaria aunó le esfuerzos que llevabas a cabo dos fuerzas interesadas en la revolución en Cuba: El “Movimiento 26 de julio “y la “Federación estudiantil Universitaria”. Sus máximos dirigentes: Fidel Castro Ruz y José Antonio Echevarría Bianchi se dirigieron al pueblo cubano, expresando dos hechos: su reconocida autoridad moral y la total incapacidad de la llamada clase política cubana, ante la compleja situación creada por el golpe de Estado de Batista y el total colapso del sistema, producto de la aventura golpista. La Declaración expresó, en coyuntura tan adversa, que lo mejor de la juventud cubana era capaz de unirse y garantizar lo indispensable en los momentos de lucha aguda y cruenta: "Unir sólidamente sus esfuerzos en el propósito de derrocar la tiranía y llevar a cabo la Revolución Cubana". Además demostró la decisión revolucionaria de los dirigentes de ambas organizaciones, su confianza en el pueblo y en ellos mismos, es que en el momento en que se toman los acuerdos, ninguna de las partes contaba con el armamento y los medios necesarios para realizar la empresa que se proponían, Fidel aún no había adquirido el yate Granma que lo condujera a Cuba junto a sus intrépidos compañeros, y el Directorio Revolucionario contaba en Cuba en esos momentos con escaso armamento. La carta, fechada el 29 de agosto de 1956 refiere: ”La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, los dos núcleos que agrupan en sus filas la nueva generación y que se han ganado en el sacrificio y el combate las simpatías del pueblo cubano, acuerdan dirigir al país la siguiente declaración conjunta:” que en su apartado uno refrendó: “Que ambas organizaciones han decidido unir sólidamente su esfuerzo en el propósito de derrocar la tiranía y llevar a cabo la Revolución Cubana.” Transcurrirían casi dos años, ya asesinado José Antonio, el “Directorio Revolucionario”, con la colaboración del “Movimiento 26 de Julio” en la ciudad protagonizarían lo que con posterioridad sería conocido como la “Expedición de Nuevitas”, que tocó tierra el 8 de febrero de 1958, demostrando que lo acordado en aquella carta no era letra muerta y conservaba su vigencia en interés de la causa revolucionaria del pueblo. La expedición de Nuevitas salió de Miami en el ¨Scapade ¨en la noche del 31 de enero de MIL958. Las armas las fueron llevando hasta el barco, y después se comenzaron a mover poco a poco a los expedicionarios. El Comandante Faure Chomón Mediavilla, jefe de la acción, fue el último en abordar la nave, dando la orden de partida. Intentaron llegar a ¨Raccon Cay¨, volviendo sobre la ruta navegada, ya que si quedaban sin combustible antes de llegar al mismo, podían obtenerlo con la ayuda de los pescadores de la zona y reconstruir el plan de esperar al ¨San Rafael¨ para desembarcar en Nuevitas. Llegaron y fondearon. Al anochecer del 8 de febrero de 1958 entraron por el canal que conduce a la Bahía de Nuevitas y se situaron anclados junto al cayo más grande de los tres llamados Ballenatos y allí esperaron la lancha ¨Yalovén¨ que debía ir a su encuentro para iniciar el desembarco. Esperaron como una hora. El Capitán propuso desembarcar en una playita que había en el Ballenato Grande y buscarlos al otro día por la noche, pues el atraque en que cabía el San Rafael estaba muy cerca de la Marina de Guerra. Faure le rechazó el ofrecimiento, diciéndole que podrían ser víctimas de lo casual y ser descubiertos y aniquilados, aunque iban a combatir hasta la última bala. Aquel gesto tan hermoso, por viril y solidario, efue una demostración del patriotismo revolucionario de los nueviteros y cubanos en general.

ANIVERSARIO 50 DE UNA MEMORABLE VISITA DE FIDEL A NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Se encontraba en marcha el Plan Cuaternario 1962-1965 mediante el cual se proyectó el inicio del Desarrollo Industrial en Nuevitas y en fecha temprana como el 6 de enero de 1962 el Comandante Ernesto Che Guevara acompañado por Jorge Enrique Mendoza, Felipe Torres Trujillo y Benito Sánchez Diago realizó un recorrido por los terrenos donde se construirían las futuras industrias, lo que constituyó el antecedente inmediato del desarrollo económico experimentado aquí. Luego transcurrirían dos años de intenso trabajo en el fragor de la industrialización, en tanto el pueblo esperaba una inminente visita de Fidel a la ciudad. Un día histórico lo constituyó el 25 de enero de 1965 cuando el pueblo al conocer de la presencia del Comandante en Jefe en Nuevitas, de forma espontánea y masiva se concentró frente al edificio del Ayuntamiento en espera de Fidel. Entonces existía allí una pequeña tarima de madera muy utilizada en los mítines populares de entonces y alrededor de ella se fue agrupando una ola humana que esperaba la llegada del líder de la revolución. Caía la tarde cuando el Jeep que conducía al Comandante en Jefe se abría paso entre la muchedumbre hasta llegar a aquel lugar en el que se improvisaría el intercambio con el pueblo. En tan especial ocasión toda la calle Máximo Gómez, la plazoleta de los mártires contigua a ella y el parque Salvador Cisneros Betancourt se colmaron del pueblo que con vítores y aplausos le daban la salutación a Fidel. Los árboles que brindaban sombra a los bancos del parque, estaban llenos cual hormiguero humano ávido de escuchar al Jefe de la Revolución, en los que decenas de personas habían escalado hasta sus más altas ramas para no perder ni una de las palabras con las cuales se produciría el diálogo con el pueblo. Tal fue la intensidad de aquel intercambio, que aun caída la noche y con luz improvisada para poder continuar el encuentro, Fidel le hablaba al pueblo de los desafíos que tenía Nuevitas por delante, mientras escuchaba atento las frases de apoyo a la Revolución y las insatisfacciones de los pobladores. Concluida aquella memorable concentración el Comandante en Jefe evaluó con los principales dirigentes de la región la necesidad de trabajar más para elevar el nivel político e ideológico de la población y con ayuda de la provincia resolver también la situación de la necesidad de fuerza laboral para las industrias Como parte del empeño de contribuir a elevar la cultura del pueblo se creó la Escuela de Instrucción Revolucionaria que culminaban cada noche sus jornadas lectivas con su muchedumbre combativa recorriendo las principales calles de la ciudad dándole vítores a Fidel, la revolución y entonando cantos revolucionarios y de combate. Después de la visita del Comandante de 1965, se inicio un proceso de nacionalización total de los establecimientos que quedaba en manos privadas y pasaría a las páginas de nuestra historia esta visita que cambió definitivamente el devenir de Nuevitas como importante centro económico del país.

“NUEVITAS EN UN FILME QUE MARCÓ ÉPOCA”

Por Ricardo Ferrer Aluija. El desarrollo industrial llevado a cabo en Nuevitas en las primeras décadas de la revolución inspiró a dos importantes cineastas cubanos a concebir el guión de una película muy vista en su época y trascendido a nuestros días. En 1978 vio la luz el largometraje “Una mujer, un hombre y una ciudad”, que producido por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica recreó durante noventa y nueve minutos la épica constructiva de aquellos años. El guión del filme fue de la autoría de Manuel Octavio Gómez y Antonio Benítez Rojo y contó con la dirección del propio Manuel Octavio. La producción general fue de Santiago Llapar, la dirección de fotografía de Pablo Martínez, el montaje y edición corrió a cargo de Nelson Rodríguez y el sonido de Raúl García. En la película los personajes de Marisa y Miguel tienen gran protagonismo, ella, una mujer realizada socialmente, pero con problemas familiares. El, quien ha logrado estabilidad personal, tiene que replantearse su vida pasada cuando debe regresar a Nuevitas, su ciudad natal. En los roles protagónicos se desempeñaron Idalia Anreus, Mario Balmaceda, Raúl Pomares, Omar Valdés, Alden Knight y Ramoncito Veloz. El filme fue un reflejo del dinamismo presente en la ciudad de aquellos años. Se proyectó la construcción por esa época de una segunda industria en Nuevitas, pues ya existía la fábrica de Alambres con Púas y Electrodos, esa fue la de Cemento, ubicada estratégicamente cerca del puerto, con capacidad de producción de 600MIL Toneladas Métricas anuales. De tecnología alemana, fue construida con la colaboración de la Fábrica de Cemento El Morro, de Santiago de Cuba y fuerzas de Nuevitas. En los primeros años tuvo falta de fuerza de trabajo y hubo que captar obreros de las provincias orientales, y de La Habana. Las contradicciones generadas por los nuevos ocupantes de la ciudad y las contradicciones que se hicieron sentir fueron reflejadas en la cinta. Aquellas grandes obras constructivas, determinaron el crecimiento poblacional en Nuevitas, creando una relación entre el desarrollo económico y el crecimiento poblacional. Esta realidad condicionó contradicciones entre los pobladores de la ciudad, temas que fueron recreados en aquella inolvidable película llamada “Una Mujer, un hombre, una ciudad” que tanto recordamos los nueviteros y que obtuvo premio en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary. Checoslovaquia en 1978.

VESTIGIOS DOCUMENTALES DE ESTABLECIMIENTO DEL LIBRO “BECERRO”

Por Ricardo Ferrer Aluija. El Libro Becerro, que debe su nombre al hecho de que su encuadernación estuviera cubierta de piel de becerro, se habilitó en Nuevitas en las primeras décadas del siglo XIX para registrar los terrenos que serían asignados a aquellos moradores que pretendieran establecerse aquí. El 5 de Abril de 1819 por una orden reglamentaria en cuyos artículos, que por ser demasiado importantes para la mejor inteligencia de esta cuestión, se copian íntegros, no solo se determina definitivamente el sitio en que debía establecerse la nueva población, sino que se dictan al Sr. Regente comisionado las reglas en que debía fundarla. He aquí algunos de sus artículos: 1.- El sitio del Bagá y estero de los Güiros es el designado definitivamente para la población de S. Fernando de Nuevitas, sin que se oigan oposiciones, ni se admita instancia escrita o verbal en contrario. Se continuarán las fábricas que en el están comenzadas se emprenderán las demás que convengan: se construirán iglesia y aduana lo mas pronto posible y allí residirán las autoridades y todo lo que constituye el gobierno y policía de una nueva colonia. 2.- Para que los colonos gocen de las gracias y franquicias concedidas y que se concedan á Nuevitas han de matricularse como vecinos del expresado sitio y jurar dependencia y subordinación a las autoridades subalternas que en él residieren. La matrícula se formalizará en un libro maestro en que se asienten por numeración los nombres y familias, el juramento prestado y los solares y suertes de tierra que se les hubiere repartido con su descripción y linderos; y de cuyo asiento se les dará copia autorizada por formulario, que en todo tiempo les sirva de propiedad. 3.- Los que estén establecidos o prefieran establecerse en la ensenada del Guincho o en otro paraje de la bahía, tendrían entera libertad de hacerlo, siendo labradores, y de fabricar sus casas al pié de sus tierras; pero sin forma de pueblo y como vecinos con la expresada dependencia del de S. Fernando de Nuevitas, en donde únicamente se repartirán solares y se permitirá el establecimiento de comerciantes, mercaderes y demás que lo pidieren y convengan. La orden reglamentaria contaba con otros once artículos explicativos de la condición en la que se produciría el nuevo asentamiento. De momento constituye un importante vestigio documental del establecimiento de San Fernando de Nuevitas y de las primeras normativas para asentar en libro de registro los moradores que fundaron el emporio y se convirtieron en nuestros antecesores.

NUEVITAS Y EL 10 DE OCTUBRE DE 1868.

Por Ricardo Ferrer Aluija. El próximo 10 de Octubre estaremos conmemorando el Aniversario 146 del inicio de Nuestras Gestas de Independencia. Los acontecimientos se habían precipitado entre los independentistas cubanos ante la noticia del posible apresamiento de Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, dueño del ingenio La Damajagua, quien el 10 de Octubre de 1868, inició la gesta independentista contra el colonialismo español, la “Guerra de los Diez Años”. La noticia del alzamiento de La Damajagua sorprendió y el ejemplo de Céspedes fue secundado por Bernabé Varona, que estaba sometido a una rigurosa vigilancia en Nuevitas y al recibir la noticia, logró salir del pueblo lanzándose a la manigua el día en que Céspedes tomó al poblado de “Yara”. Varona fue secundado por Chicho Valdés, Pedro Recio y los hermanos Arango; sin embargo, otros esperaron saber noticias de Salvador Cisneros Betancourt y permanecieron a la expectativa. El Gobernador de Camagüey brigadier Julián de Mena, ante los hechos ocurridos en Oriente emitió el 11 de octubre una proclama declarando en estado excepcional a la provincia. Salvador Cisneros Betancourt que se encontraba en La Habana recabando ayuda económica de los conspiradores, al obtener solo promesas; decidió regresar a Camagüey. Entonces El Marqués recibió un telegrama en clave desde la capital en el que se le informaba que en el primer vapor que saliera para Nuevitas, el Gobernador y Capitán General Don Francisco Lersundi enviaría un cargamento con 1 500 rifles destinados a Camagüey y que debían ser interceptados por la Junta Revolucionaria a su salida del puerto de. Impuesto de la misión de interceptar las armas enemigas, Salvador Cisneros Betancourt comunicó la situación existente y los camagüeyanos no dilataron más el levantamiento y en números de 76 patriotas, determinaron lanzarse a la lucha, el 4 de noviembre de 1868 en el paso del río Las Clavellinas a tres leguas de Puerto Príncipe por el camino que conducía a Nuevitas. Salvador Cisneros Betancourt e Ignacio Agramonte Loynaz permanecieron en la ciudad de camagüey en otras tareas revolucionarias, por lo que se incorporaron a la lucha posteriormente, mientras en “Las Clavellinas”, Eduardo Agramonte Piña organizó militarmente las tropas insurrectas y acordaron que el jefe superior fuera Gerónimo Boza Agramonte. La primera acción de los insurrectos fue la toma del poblado de Guáimaro. Debido a las condiciones geográficas y estratégica de Nuevitas las autoridades españolas convirtieron la ciudad y el puerto en una plaza fuerte y sitiada durante la contienda. El día 4 de noviembre de 1868 las tropas de Augusto Arango tomaron el poblado de San Miguel de Nuevitas sin presentar dificultad alguna. Cumpliendo el plan trazado se preparó el asalto al tren de Nuevitas, que supuestamente traería un cargamento de armas con destino al jefe español de la plaza de Camagüey. Prepararon el plan de asalto y el 5 de noviembre en el ingenio Santa Isabel permanecieron dos días ocultos. Al pasar las locomotoras por la vía férrea cercana al ingenio “La Juanita”, recibieron aviso desde Nuevitas, informándoles que el gobierno había ordenado que las armas no saldrían para Puerto Príncipe, que esperarían que el Conde de Valmaseda las reclamara cuando llegara a esa jurisdicción. EL 11 de noviembre Napoleón Arango rindió la guarnición de “El Bagá” sin resistencia y Ángel del Castillo, el día 13 preparó otra arremetida, esta vez al tren en viaje desde Puerto Príncipe a Nuevitas, al que interceptaron ocupando las correspondencias destinadas al Gobernador de la ciudad y al Capitán General de Nuevitas, las que fueron descifradas por Eduardo Agramonte Piña. Diez años duraría aquella guerra que tuvo que enfrentar el regionalismo, caudillismo y otros males que impidieron su victoria definitiva.

ENRIQUE LOYNAZ DEL CASTILLO Y EL 30 DE MARZO DE 1894.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Enrique Loynaz del Castillo, ingresó muy joven en las filas revolucionarias y ya en 1892 fue miembro destacado del Partido Revolucionario Cubano, vinculándose a la historia de nuevitas por un relevante hecho dirigido a fomentar la Guerra necesaria en esta parte de la isla. Prestó un importante servicio a favor de la independencia al pasar por la Aduana de Nuevitas el 30 de marzo de 1894, 48 000 cápsulas y 200 fusiles que por órdenes de nuestro Héroe Nacional José Martí puso a disposición del Presidente del Comité Revolucionario de Camagüey Doctor Emilio Luaces. Se cumplen pues 121 años del histórico hecho. Al enterarse un rico industrial camagüeyano del hecho, sabiéndose perjudicado por la Guerra de Independencia, el hecho fue puesto en conocimiento del General Gasco, quien le concedió sólo unas horas al insigne mambí para que abandonara el país, cuestión que narró concluida la guerra. Con ayuda del conductor del tren de Nuevitas a Camagüey, Pablo Manrique, y la cooperación de Elpidio Marín y de su padre, pudo huir en el tren de carga hasta esta ciudad y después dirigirse al lugar conocido como “Punta de Prácticos” el 8 de abril de el propio año, embarcándose en el vapor alemán “Arlet”, llegando a Nueva York el día 15 de ese mes. Martí lo hospedó en su casa en aquella ciudad norteamericana y no se sintió desanimado por el fracaso involuntario de Loynaz, pero como la Legación Española lo perseguía judicialmente, nuestro Apóstol determinó que embarcara a Costa Rica, enviándole cartas al gobierno de dicha nación y a Antonio Maceo. En 1895 junto al Héroe Nacional de la independencia de Cuba, Mayía Rodríguez, Enrique Collazo y Charles Hernández, organizó la frustrada expedición de “Fernandina” y en febrero del propio año cuando se disponía a venir en una pequeña expedición hasta la provincia, fue incorporado con sus 40 fusiles y parque a la de los generales Serafín Sánchez y Carlos Rolof, en cuya compañía desembarcó en “Punta de Caney”, junto a Tunas de Zaza el 24 de julio de 1895. Fue designado delegado a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú por el Camagüey y se le atribuye el alto mérito de redactar el Acta de Independencia que como preámbulo precedió el articulado de esa constitución. Loynaz del Castillo, no quiso ocupar cargo alguno bajo la ocupación militar norteamericana, lo que le hizo ganar el reconocimiento de su pueblo, que como los lugareños, vemos en él al hombre consecuente y de acción que lo entregó todo a cambio de la independencia y quedó inmortalizado en la historia vinculado a la ciudad de Nuevitas.

UN ILUSORIO “PATRIA” EN NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Cada 14 de marzo se celebra el “Día de la Prensa Cubana” en honor a ese día pero del año 1892 En que vio la luz el primer número del periódico “Patria”, órgano de prensa escrito concebido por el más universal de los cubanos, José Martí Pérez con el propósito de divulgar los presupuestos políticos e ideológicos en los que se sustentaría la “Guerra necesaria”. Martí fijó con claridad la misión latinoamericanista y universal de la Revolución que preparaba. Advirtió la existencia de dos Américas, muy distintas por el origen, la historia, los intereses, la mentalidad y los propósitos: de una parte, la América anglosajona, y de la otra, la que se extendía desde el Río Grande hasta la Tierra del Fuego. Forman esta última los pueblos que tienen un mismo origen y un mismo idioma, que sufrieron el mismo yugo extranjero durante siglos, que han combatido a comunes enemigos y han enfrentado peligros comunes; los pueblos que han de salvarse juntos o juntos perecer, porque constituyen una sola nación espiritual. Esa voluntad unitaria y democrática, ese espíritu de libertad, amor al trabajo y justicia social; ese sentido patriótico-revolucionario, antiimperialista, latinoamericano y universal, presentes en el ideario y la obra de José Martí, fueron llevados por el eximio líder a todos los clubes de emigrados revolucionarios cubanos y trasmitidos a los grupos existentes en el interior de la Isla. Corrían las primeras décadas de la llamada república mediatizada e iniciarse la politiquería en los días en que se iniciaron las actividades del Partido Conservador en Nuevitas, algunos de sus integrantes encabezados por Juan Primelles Raspall, adquirieron una “rotativa” donde se inició la publicación de un periódico que nombraron “Patria”, de corta duración y que no logró la ascendencia pretendida entre los lugareños. Repugnante aquella pretensión de los politiqueros de la localidad en la lejana época de intentar replicar el nombre del periódico fundado por Martí. Claro que este panfleto con nombre comprometido no alcanzaría sus objetivos ni se perpetuaría en el tiempo. Este “Día de la Prensa Cubana” tendrá singular significado, En el municipio se desarrollan actividades profesionales y de reconocimiento a quienes laboran en los diferentes medios de comunicación, organizadas en su mayoría por la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). La jornada en Nuevitas tiene como objetivo esencial acometer acciones en favor de la calidad del periodismo, a partir del compromiso individual y de cada medio de prensa para incentivar una mayor profesionalidad y honrar las enseñanzas heredadas del periódico “Patria” fundado por nuestro Héroe nacional.

“YO VIVO EN EL AGUA COMO EL CAMARÓN…”

Por Ricardo Ferrer Aluija. Musicalísima es nuestra isla, rasgo muy marcado en esta ciudad del nordeste de Camagüey. Esa es la razón por la cual muchos de los más arraigados estribillos musicales remarcan la identidad local. Entonces si estos forman parte de la conga, la rumba y otros géneros muy abrazados por el pueblo, perduran en el tiempo formando parte del acervo cultural de la región. Un estribillo conguero utilizado en la ciudad desde épocas inmemoriales versa: Yo vivo en el agua como el camarón/ ¡y a nadie le importa como vivo yo!... Así recorría las principales calles de la ciudad la muy popular conga de la familia Villegas, en temporada de San Juan y fuera de ella para hacer valer la aseveración que muchos utilizaban para trasmitir disímiles ideas. Algunos, ante la “incisión “del intruso que pretendía inmiscuirse en su vida, respondían con el estribillo, como quien quiere alegar: ¡ eso no es de tu incumbencia! Otros sin embargo utilizaban la desenfadada estrofa para matizar su cotidianeidad en el entorno marinero de Nuevitas. Renglón aparte merecen nuestros pescadores, que heredando las artes de pesca que les fueron legadas por los primeros españoles que ocuparon nuestra tierra, se hacen a la mar por la captura de rojizos y hermosos peces siempre comercializados para satisfacer las más exigentes expectativas de nativos y foráneos. Así cuando vienen de vuelta con las barcas repletas entonan eufóricos: “Yo vivo en el agua como el camarón…” Ustedes imaginan nuestros antepasados arroyando con la conga rodeando el principal parque de la ciudad, como quien pretende dar la clarinada festiva, y detrás el pueblo de pescadores vitoreando: “Yo vivo en el agua como el camarón…” La conga avanzaba sin permiso; entraba y salía, con los nativos arrollando; sudor de barco cargado de peces; alegría marcada; sol que quemaba los cueros de tambores para saberse ahí en el corazón del pueblo. Después del triunfo de la revolución el primero de enero de 1959, el estribillo adquirió notoriedad, pues cada vez que la minoría reaccionaria interna intentaba sentenciar con malos augurios las radicales medidas que tomaba el joven gobierno en beneficio del pueblo, no se hacía esperar la avalancha humana de las mayorías para repostar: “Yo vivo en el agua como el camarón/ ¡y a nadie le importa como vivo yo!..”. Nuevos matices adquiere este final de 2014 y entrada del nuevo año. Ya están en casa nuestros cinco gigantes antiterroristas, y el General Presidente Raúl Castro ha anunciado el restablecimiento de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América. La reacción ha sido mayoritariamente de apoyo, sin embargo, un grupito de resentidos en el sur de La Florida ha comenzado a tirar trompetillas. A ellos que ya les pasó la rueda de la historia también les decimos: “…a nadie le importa como vivo yo!..”.

TEMPRANA ACTIVIDAD PORTUARIA EN NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. El hecho de contar Nuevitas con uno de la más amplia, protegida e importante bahía de Cuba, signó su devenir. En la riberas de la localidad se asentaron comunidades aborígenes y por aquí también llegó la colonización española a la comarca, marcando para siempre el destino marinero de esta ciudad del nordeste de Camagüey. En 1779 cuando el monarca borbón Carlos III, por Real Cédula dispuso se habilitara en Puerto Príncipe un puerto ventajoso para el comercio con la península, la bahía fue escogida para tales propósitos. La ensenada, llamada del Guincho o el Corojal, donde finalmente se levantó, con un trazado a manera de tablero de juego de damas, San Fernando de Nuevitas, para finales de la segunda década del siglo XIX. El 1 de junio de 1780, el puerto fue habilitado para el comercio de cabotaje y en 1783 por Real Orden se le concedió la Aduana a fin de controlar el comercio. Hacia 1799 el comercio se concentró en los embarcaderos de la costa norte por los daños sufridos por los del sur por los pasos de los ciclones. El comercio de cabotaje se realizó con los de Vuelta Arriba, existiendo dos líneas de vapores, una hasta Santiago de Cuba. El comercio exterior se desarrolló con los puertos de Barcelona, Málaga y Santander se les envió azúcar, madera y cera a cambio de harina, caldos y víveres y un comercio poco activo con New York que consistía en mieles, madera y tintes a cambio de harina, tablazón, muebles y maquinarias. Para los efectos marinos, el 31 de diciembre de 1828 se dividió la Isla en cinco provincias marítimas, una de ellas, Nuevitas que se dividió en tres distritos; Nuevitas, La Guanaja y Gibara y estas en alcaldía de mar. Y se construyó en 1831 el torreón del Fuerte Artillado de San Hilario, con batería y guarnición, se convirtió en la única obra de defensa costera. Las ciudades costeras como Nuevitas por su carácter cosmopolita y su intensa actividad portuaria generadora de un amplio tráfico mercantil y humano, se quedan por siempre signadas con un sello singular. Nuevitas desde muy temprano se convirtió en lugar de entrada y luego salida de grupos humanos y recursos tecnológicos que hicieron posible que en el tiempo se convirtiera en importante centro económico de Cuba.

ADELANTADO PLANO DE NUEVITAS.

Por Ricardo Ferrer Aluija. El establecimiento de Nuevitas ha sido un tema estudiado desde diferentes aristas. Recientemente ha sido estudiada una publicación que da cuentas que el Regente Joaquín Bernardo Campuzano, que permaneció por entonces en Puerto Príncipe, lugar en el que recibió la indicación del gobierno colonial de la isla de fomentar la población de San Fernando de Nuevitas, ocasión en la que debió atender muy de cerca el inconveniente de las haciendas comuneras. Esta fue la razón por la cual se indicó que los terrenos realengos que existieran por la zona fueran tenidos en cuenta además de prestar atención a los no conocidos y el 9 de julio de 1818 fue facultado Campuzano para que instruyera expediente por separado con informe del ayuntamiento de la ciudad de Puerto Príncipe y el voto consultivo del acuerdo para probar la conveniencia de la división de las haciendas comuneras. Adelantados los desmontes y comenzada la construcción de los barracones que habían de servir a los nuevos colonos se indicó por Campuzano levantar un plano en el que figuraran las plazas y calles, divididas por manzanas, trabajo que le fue encargado al agrimensor público Don Juan de oliva, que siguiendo las instrucciones del Regente, lo elaboró de manera eficiente, pues de no haber sido así , se afirmaba entonces que “Nuevitas no hubiera sido una de las ciudades más perfectas y lindas del mundo”. Se planeaba emplazar entonces en el lugar conocido por “El Bagá”. El plano el plano de aquella planeada ciudad constaba de un paralelogramo de 1 440 varas castellanas de base por el frente y MIL 460 de altura, que contiene de superficie plana 2 millones 103 000 400 varas planas cuadradas y comprende en toda su superficie 648 solares cuadrados de 25 varas por lado y 752 que forman un paralelogramo de 50 varas de longitud y 25 de latitud, además de 40 irregulares en figura triangular y de cuatro lados. Cuatro plazas de 100 varas de base y 150 de altura, otra plaza mayor o del centro que contiene 220 varas de base y la misma altura, 40 manzanas de 100 varas de base y 200 de altura, veinte mas con 100 de base y la misma altura, cuatro manzanas mas de las propias dimensiones de la manzana mayor destinadas al gobierno en los dos lados opuestos de la plaza mayor y cuya superficie ocupa 28 solares cuadrados de 25 varas. Además se refrendan 16 solares más en forma de paralelogramo de 25 varas de base y 50 de altura, 4 en las esquinas que aunque son de cuatro lados no quedan cuadrados. De la plaza mayor salen 8 calles principales y los solares cuentan con suficiente espacio para que se pueda construir los portales en las casas de la planeada ciudad. Como podrá imaginar fue un plano adelantado a la época para Nuevitas, pues entonces era una ciudad prácticamente en mente y unas pocas obras en marcha. El documento fue un referente en el estudio del asentamiento.