lunes, 11 de junio de 2012

COMBINACIONES DE QUIMBOMBÓ A LA NUEVITERA.

Por Ricardo Ferrer Aluija. La condición de ciudad ribereña ha fijado que muchos de los platos que se elaboran en la localidad o sus combinaciones, las que básicamente logran hacer delicias de los productos del mar armoniosamente elaborados con variados vegetales, ese es el caso del quimbombó, el que se elabora ¨ a la nuevitera ¨ con mucha aceptación. La forma principal de consumo de esta hortaliza es cocida, aunque en menor escala se consume semicruda en ensaladas o deshidratada. Cocido y aliñado con limón forma parte de numerosos guisos. Se puede servir combinado con huevos, papas u otras verduras. Asado, no desprende el líquido mucilaginoso que suelta al hervirlo en agua y también resulta un plato sencillo de preparar. Lo singular resultan las combinaciones que se obtienen aquí. Para elaborar un exquisito quimbombó con pescado, es preciso cortar los filetes del pez en trozos de dos centímetros cuadrados y los quimbomboes en rodajas de dos de largo. Se pican las especias frescas en lascas finas, previamente limpias. Se sazona la masa con las especias secas, sal y se doran en aceite caliente en el propio recipiente donde cocinará los quimbomboes. Se separa la masa de pescado y en la misma vasija se incorporan las especias frescas; se sofríen hasta que estén marchitas. Entonces se debe agregar la pasta de tomate y suficiente agua o caldo sustancioso preferiblemente elaborado con la cocción de las propias pertrechas del pescado. Se agrega el pescado y deja cocinar durante media hora a fuego lento. Se añaden los quimbomboes sazonados previamente con el jugo de los limones y se cocinan durante diez minutos más. Se separa el recipiente del fuego, deja reposar el guiso cinco minutos y se procede a servirlo. Puede este singular plato ser acompañado con arroz blanco o rodajas de pan o el arraigado casabe. Aquí se agrega a este guiso bolitas de harina de maíz tierno y plátanos pintones. Otra manera de elaborarlo es calentar el aceite y doran las masas de pescado picado en pequeños trozos, con la cebolla, el ají y los ajos machacados. Añáde sal, pimienta, tomate, vinagre, caldo de pescado y vino seco. Se lava el quimbombó entero y luego quitarle la cabeza y la punta. Se pica de manera que las rueditas caigan directamente en agua con limón, para cortarles la “baba”. Cuando el pescado esté medio cocinado, se añade el agua, el jugo de limón y el quimbombó. Se deja al fuego hasta que se ablande. Se añaden plátanos hervidos, previamente reducidos a fufú y en bolas. Si desea el guiso espeso, reduzca la cantidad de limón y deje cocer el conjunto hasta que se gaste el agua. Ahora, cuando se difunde con creces la práctica de consumir vegetales en el balance dietético, los nueviteros, llevamos adelante esa especie de ¨ singular acertijo ¨ de combinar el gustado quimbombó con productos del mar, los que si se acompañan con yuca hervida hacen que el más versado lugareño, tararee aquel estribillo ancestralmente popularizado de ¨ quimbombó que resbala pa´la yuca seca ¨ .

NARRADORES ORALES DE LA CIUADAD.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. En Nuevitas la narración oral es el resultado, por una parte, de la presencia de una cultura precolombina que no rebasó el neolítico y que apenas deja huellas orales, la presencia española después del descubrimiento, que tuvo su primicia el la fundación de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe en nuestras costas y por otro de la introducción de mano de obra esclava africana que aportó una rica variedad de ritos, mitos, costumbres, ceremonias y ceremoniales orales, que conforman la tradición espiritual de la localidad. Para analizar cabalmente las influencias que recibió nuestra cultura y por tanto la narración oral en esta ribera, es preciso tener en cuenta las oleadas de emigrantes chinos, árabes, judíos, europeos, estadounidenses y japoneses. Tradiciones e influencias de origen afro se relacionan con la tradición occidental judeocristiana y con las maneras de expresar esa espiritualidad en España, caracterizada la multiculturalidad, ya que aquí llegaron fundamentalmente canarios, andaluces, castellanos y gallegos y con ellos historias de muy diversa índole y contenido que dejaron su impronta en la narración local. En la ciudad entre los siglos XVI y XIX se sedimentaron distintas herencias culturales y apareció así lo criollo primero y después lo propiamente cubano con la marca singular de lo nuevitero. Por otra parte en el siglo XX y a partir de una experiencia estadounidense algunas personalidades promovieron experiencias de narración oral artística, ya no comunitario artístico, sino con fines pedagógicos y artísticos en diversas instituciones. Es preciso considerar que el relato y la posibilidad de escuchar, dialogar, reflexionar forman parte importante de la narración oral. Es algo aparentemente sencillo tan solo es contar algo de forma hablada, como las leyendas en los pequeños pueblos como Nuevitas que van de generación en generación, así pudiéramos considerarlo como la descripción hablada que hacemos de una historia Narrador empírico y reconocido en la ciudad ha sido durante décadas Gregorio Badía, más conocido con el apelativo de ¨ Gollito ¨, que quien con sus décimas dichas en momentos importantes de la ciudad ha logrado la empatía necesaria con los más diversos auditorios, dibujando con la palabra su ribereña ciudad. Otro ancestral narrador fue Manuel Maure Parry, quien además de escritor, detalló con elocuencia una rica y novelada historia de la villa en la que la realidad y la leyenda lograron el divertimento de su probado público. Justamente, la narración oral es contar algo de forma hablada y ello en Nuevitas se ha logrado desde antaño. Es el relato de algo a una persona en "vivo" ya sea dentro del ámbito personal o profesional, por lo que el destinatario de un narrador oral puede ser ,un espectador, un amigo, alumno, paciente en fin todos aquellos a los que llegue el texto narrado con el énfasis y colorido que le imprime quien lo narra. La desaparecida nuevitera Célida Gómez, hacía que los asistentes a la Casa de la Cultura de la ciudad se deleitaran con su decir. Muchas veces acompañada por el piano narraba cuentos infantiles o tejía las más complejas tramas de la vida citadina. Clara Carrión, insigne instructora de arte, parece con su índice poner fuerza al verbo que brota de su alma después de interpretar una de sus preferidas obras. Dos consagrados de la literatura cubana: Miguel Mejides y Enrique Cirules constituyen elocuentes exponentes de la narración local, en tanto nuevas generaciones de narradores entre los que figuran Lorenzo Martínez y Yaritza Rivero, van ganado adeptos entre nativos y foráneos Como acto de comunicación, donde el ser humano, al narrar a viva voz y con todo su cuerpo, con el público y no para el público, la narración oral inicia un proceso de interacción en el cual emite un mensaje y recibe respuesta, por lo que no sólo informa sino que comunica, pues influye y es influido de inmediato en el instante mismo de narrar, para que el cuento crezca con todos y de todos, entre todos. Para lograr una loable narración, es preciso considerar que ella es un acto de imaginación, que no refleja sino que recrea la realidad, y reconsiderándola asume el ayer, reafirma el hoy, y predice el mañana, para ser camino del tiempo, camino del futuro. La narración oral es un acto de sabiduría, que renueva el conocimiento milenario que vibra en cada cuento. La narración oral es un acto de deslumbramiento, que trasluce como el cristal desde la propia personalidad del narrador, la personalidad del cuento y de todos los personajes de cada cuento. Es en fin un acto de belleza, donde el ser humano, al narrar a viva voz y con todo su cuerpo, resulta capaz de divertir y enseñar, de emocionar y analizar, de cuestionar y de afirmar, de debatir y de comprometer. De ello pueden dar fe los lugareños y loa más destacados narradores nativos.

DELICIOSAS BOLAS DE TAMARINDO.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Variadas son las frutas consumidas por los lugareños en diferentes etapas del año, las que satisfacen los más variados gustos y producen el deleite de grandes y chicos. Entre ellas destaca en cada inicio de verano el ácido pero gustoso tamarindo del que aquí se elaboran deliciosas bolas. De manera natural, el proceso de conservación pulpa de tamarindo, muy empleado en Nuevitas, se basa en despojar el fruto de la cáscara y semillas, para luego mezclarlo con azúcar parda y formar una masa con la que se hacen bolas o esferas que se pueden conservar por mucho más tiempo sin riesgos. Esta mezcla se utiliza como base para los dulces y para preparar agua de sabor instantánea. Para elaborar las bolas, se quita la cáscara y las venitas a los tamarindos, se colocan los tamarindos pelados en un recipiente grande. Al que se le agrega el agua y deja remojar por unos minutos, ó hasta que los tamarindos se hinchen un poco. Ya remojados, se presionan con las manos limpias hasta obtener una mezcla carnosa a la que se le agrega el azúcar, unas gotas de jugo de limón en tanto se continúa trabajando la pulpa. Una vez lista la pulpa de tamarindo, puede guardarse en un recipiente con tapa, pero aquí se hacen bolitas de pulpa y proceso en el que se colocan en un recipiente con suficiente azúcar parda revolviendo muy bien hasta cubrirlas totalmente. Con estas bolas, las que aquí se conservan por varios días en buen estado, se elabora delicioso refresco al añadirle agua helada y unos trozos de hielo, en tanto los infantes prefieren consumirlo a manera de duro frío, una especie de emulsión congelada en la nevera. Otros prefieren diluirla y añadirle un poco más de azúcar hasta convertirla en agradable mermelada especial para los postres de estación. La época de cosecha del tamarindo en la localidad es entre febrero y abril. De cada árbol se pueden cosechar varios kilogramos de la fruta, por lo que su comercialización ha significado sin mucho esfuerzo una fuente importante de ingreso para algunas personas. Los frutos del árbol de tamarindo son parecidos a bolsas, que contienen una pulpa y están cubiertas, dentro de ellas se encuentran las semillas. La pulpa que se obtiene de este fruto se utiliza como salsas agridulces. Interesante resulta saber que la pulpa de un fruto joven es muy ácida y por lo tanto recomendable para salsas. Por su parte los frutos maduros son más dulces y pueden ser utilizados en postres, bebidas o como aperitivo. Se dice que el tamarindo tiene propiedades nutritivas por lo que se le podría considerar como un excelente complemento alimenticio multivitamínico, ya que contiene ácido tartárico y cítrico, gran cantidad de vitaminas, sobre todo B, hierro, calcio, fósforo, potasio, magnesio y un altísimo contenido de fibra. Es utilizado como medicamento para algunos problemas de digestión o estomacales. Se asegura además que es muy efectivo contra el dolor de cabeza, quemaduras leves, resfriados, tos, vómito, hemorroides, llagas, inflamación, hemorragias e hipertensión. Bienvenido entonces el tamarindo cuando empiezan a acercarse los aires estivales en Nuevitas, mientras ese momento llega, continuamos degustando la popular pulpa de tamarindo y el refresco que se elabora con su singular pulpa, tradición que llega desde nuestros ancestros y parece exhibir signos de larga vida.

AÑOS BISIESTOS DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX EN NUEVITAS

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija Cada año bisiesto advierte que ese año tendremos un día extra en el calendario, es decir que el mes de febrero tendrá 29 días. Cada cuatro años se hace un ajuste para equilibrar el año solar con el año cronológico, recuperando de esa manera seis horas. Lo curioso es que en Nuevitas en la primera mitad del siglo XX, a estos años se les procuraba dar explicación desde la realidad y la leyenda. El adjetivo bisiesto se deriva del latín bis sextus dies ante calendas martii, que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero por Julio César. El 24 de febrero era el sexto día antes de las calendas , es decir, primer día del mes de marzo. Los romanos no contaban los días del mes del 1 al 31, sino que tomaban 3 fechas de referencia: calendas, nonas e idus. Para contar se incluía el día de referencia que en este caso sería el 1 de marzo. De los años bisiestos que tuvieron notoriedad en Nuevitas, resalta 1900 que fue testigo el 11 de abril del paso por la bahía de el Generalísimo Máximo Gómez Báez que viajaba hacia Santo Domingo a bordo del vapor “María Herrera”, oportunidades que se produjo un encuentro con comisiones de Nuevitas, Minas y Camagüey, cuando había concluido la guerra sin que los cubanos vieran la verdadera independencia. Fueron relevantes los años bisiestos que marcaron pautas en la labor portuaria y las luchas de sus trabajadores, así: en 1904 inició su actividad exportadora el Puerto de Pastelillo; en 1912 se constituyó el Gremio de Marineros Estibadores, Braceros y Encargados de Madera La Güira de Pastelillo; en mayo 1920 se produjo huelga del referido gremio que paralizó el embarque de azúcar; mientras el 10 de septiembre de 1924 el Gremio de Braceros y Estibadores de Puerto Tarafa constituido en asamblea acordó establecer tarifa de precios a cobrar por diferentes trabajos, en tanto el 18 de septiembre del propio año se produjo la huelga azucarera en el central Lugareño, entonces exigían el cumplimiento de La Ley Arteaga y derecho a asociación. Por otra parte, algunos sectores desposeídos del sector rural de la época, influidos por el oscurantismo de entonces, trataban de dar explicación a sus principales males por la llegada del año bisiesto. De esta manera en años bisiestos ocurrieron los siguientes hechos: en septiembre de 1936 vecinos del barrio rural ¨Alvaro Reynoso¨ enviaron un escrito a la Secretaria de Gobernación, Cámara de Representantes y al Alcalde Municipal expresando la mendicidad en que vivían los pueblos del interior de la isla; en octubre de 1940 se produjo una huelga de los obreros del carbón de Los Robles, en Cayo Sabinal, abandonaron su trabajo por el mal estado de los víveres que les venden a altos precios y por otro lado el día 11 de diciembre del propio año informó la prensa que compañías norteamericanas trataban de apoderarse de las tierras de Cayo Romano alegando derecho de propiedad por la Empresa Central Cunagüa S.A. Luego, otro bisiesto, el de 1948, en el mes de julio, una representación de obreros y campesinos se dirigieron a La Habana a exigir al Presidente Grau y al Ministro de Justicia que impidiera el desalojo a los campesinos por parte de la empresa Manatí Sugar Company y el 20 de octubre de ese año se produjo el asesinato del líder campesino Sabino Pupo Millán en Santa Lucía, cuyas honras fúnebres se llevaron a cabo en el local del Gremio de Braceros y Mareantes, oportunidad en la que el pueblo de Nuevitas le rindió honores y se declaró “Ciudad Muerta”. Pero los bisiestos no eran evocados aquí sólo por las penurias de obreros y campesinos y sus luchas. El bisiesto de 1928 fue inaugurada la popular sala de cine ¨Bartholet¨, caracterizada por su sencillez y poca monta, lo que posibilitaba que sectores de bajos ingresos la visitaran, en tanto aun queda la impronta del de 1932 en que un feroz ciclón abatió la ciudad y recuerdan entre los más relevantes sucesos, la caída de las grandes copas de hormigón que coronaban el teatro ¨Campoamor¨ y una penca de zinc, que producto a la furia del tiempo quedó clavada en el tronco de una mata de coco. Algunos bisiestos, también los lugareños lo vincularon con hechos de politiquería: asi el primero de enero de 1948 se produjo la desaparición del Alcalde Municipal Dr. Sergio Brice Márquez, el que reapareció en La Habana para favorecer el triunfo de otro candidato, obteniendo una gran suma de dinero, en tanto el 4 de enero de 1952, fue celebrado un acto solemne para iniciar la construcción del Acueducto, lo que constituyó todo un acontecimiento en la localidad debido a la falta del preciado líquido que exhibía por entonces. El propio bisiesto de 1952 es recordado con amargura por el golpe de estado de Fulgencio Batista, que disolvió los poderes institucionales del estado, derogó la Constitución aprobada en 1940 y sumió en la más sangrienta dictadura al país. El dictador visitó Nuevitas, oportunidad en la que se trasladó hasta aquí por ferrocarril y estuvo en la Terminal de trenes y apenas caminó la ciudad, pues estaba rodeado del alto mando de la camarilla que lo acompañaba. Un año bisiesto dura 366 días en vez de los 365 de un año común. Es porque de cada año sobran casi 6 horas y en 4 años son casi 24 horas, eso forma un día. Esto se hace para mantener el calendario sincronizado con el año astronómico y estacional. Debido a que las estaciones y las ocurrencias astronómicas no ocurren en un número fijo de días, un calendario con el mismo número de jornadas cada año acabaría distanciándose del evento que supuestamente debiera marcar. De esta forma, añadiendo un día a un mes del año, el distanciamiento se puede corregir. Quedan así en la historia de la localidad los años bisiestos de la primera mitad del siglo XX con una marcada impronta indeseable, aunque como en todos los procesos sociales protagonizados por el país y la localidad, dejaron sus enseñanzas, esas mismas que nos llevaron a la victoria definitiva con la triunfante revolución del primero de enero de 1959 ¨ año que felizmente no fue bisiesto ¨.