lunes, 1 de noviembre de 2010

PORTALES EMPINADOS DE NUEVITAS.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Nuevitas, vista desde el mar, que parece un inmenso plato de agua en la bahía, exhibe una suerte de trama urbana que parece erguirse en sus típicas lomas, ello le otorgan una imagen singular a modo de postales de las regiones más montañosas. Ello se debe a que las onduladas lomas que atraviesan la ciudad condicionan el hecho de salvar la altura que obligó a construir ¨empinados portales ¨.

Entre las calles más representativas de estas características arquitectónicas que
Hacen que los portales se ubiquen a una gran altura, se cuenta con la que inicialmente a, a mediados del siglo XIX recibió el nombre de ¨ Santa Isabel ¨, luego el de ¨ Independencia ¨ y finalmente ¨ Camilo Cienfuegos ¨.Otras muchas arterias cuentan con portales elevados como los de las citadas.

El acceso a los empinados portales se realiza a través de vetustas escaleras, construidas a base de grandes piedras calizas y ladrillos de la época, convirtiendo el singular paraje en una especia de cantón irrepetible en el entorno citadino en el que proliferan los llanos portales cargados de eclecticismo en su arquitectura.

La pintoresca calle ¨ Santa Isabel ¨ era una vía adoquinada, por la que circulaban algunas volantas y carruajes en el período de la dominación colonial, era una de las de menos pendientes, pues en su construcción se realizó excavación para burlar la altura, lo que provocó que los portales quedaran muy alto.

Ancestralmente en las ¨ altas viviendas ¨ de la calle ¨ Santa Isabel ¨ han residido modestas familias de reconocido arraigo en la localidad, a saber las de apellidos Caymares (con gran tradición en la carpintería ebanista), Hernández (conocidos por su tradicional desempeño como venduteros), los Arce y los Morciegos, entre otras.

Las viviendas que ocupan este lugar preponderante de la calle citadina, fueron construidas de forma austera y modesta, en correspondencia con las posibilidades de sus primeros moradores. Estas siempre han contado con una ventilación envidiable, pues reciben la brisa marina que la altura les proporciona sin que delante ellas existan otras edificaciones que la interfieran.

Hoy la calle ya no muestra los añejos adoquines y las viviendas han cambiado su fisonomía, incluso han aparecido en ese promontorio viviendas modernas de diseño actual y cubierta de hormigón armado, todo lo que ha transformado un tanto el paisaje, pero se mantienen ahí, en lo alto para mostrar como antaño sus ¨ empinados portales ¨.

* Pie de foto: En la foto se muestra una singular imagen de la antigua calle ¨ Independencia ¨ con sus ¨ empinados portales ¨ y aun se pueden observar los adoquines de la calle.

SECRETOS DE ¨ CONFIDENTES ¨.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.


La Ergonomía, estudia los datos biológicos y tecnológicos aplicados a problemas de mutua adaptación entre el hombre y algunos de los más importantes bienes materiales con los que interactúa. Esta ciencia, entremezcla su saber con la Antropología y se dedica a estudiar el mobiliario que se ha utilizado en el devenir histórico-social. Entre los inusuales artefactos con los que contó la localidad, se encuentra ¨ el confidente ¨.

Este es un mueble muy curioso, se trata de un tipo de sofá de dos asientos, cuya forma permite a una persona sentarse frente a otra, lo que sin dudas se convertía en un verdadero aliado de los añejos ¨ tórtolos¨ que bajo la égida de tiempos pretéritos, pasaban noviando un largo tiempo.

Aún en la localidad se conservan ¨ confidentes ¨ tapizados con curioso damasco floreado o color entero de inicios del siglo XX, pero los más utilizados eran aquellos elaborados de madera preciosa, con ¨ pajillas ¨ en so fondo y respaldo. También se utilizaron muchos con curiosas tallas en madera entre las que sobresalían las figuras de hermosos ¨ Cupidos ¨, que servían de ambientación al principal valor utilitario del mueble.

Fastuosos ¨ confidentes ¨ exhibían junto al brillo de su madera, delicadas incrustaciones en nácar o hueso, en tanto sus patas variaban de forma en correspondencia con el estilo utilizado en su fabricación.

Las señoritas del pasado siglo, ataviadas de larga indumentaria, esperaban ansiosas al pretendido galán que la acompañaría unas horas en la noche, sentados en aquel antojo de nido de amor que todos conocían como ¨ confidentes ¨.

Aun se conservan en la ciudad algunos de estos elegantes muebles cuyo uso parece quedar atrás en un siglo en el que la modernidad se impone, pero no deja de constituir todo un hermoso legado de prácticas de una época de encuentros y desencuentros, amores y desamores.

Llegan hasta hoy los curiosos ¨ confidentes ¨ como testimonio de una época llena de formalidades, pero al mismo tiempo de rico acervo cultural y social que ha dejado una marcada impronta en los lugareños.

SECRETOS DE ¨ CONFIDENTES ¨.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.


La Ergonomía, estudia los datos biológicos y tecnológicos aplicados a problemas de mutua adaptación entre el hombre y algunos de los más importantes bienes materiales con los que interactúa. Esta ciencia, entremezcla su saber con la Antropología y se dedica a estudiar el mobiliario que se ha utilizado en el devenir histórico-social. Entre los inusuales artefactos con los que contó la localidad, se encuentra ¨ el confidente ¨.

Este es un mueble muy curioso, se trata de un tipo de sofá de dos asientos, cuya forma permite a una persona sentarse frente a otra, lo que sin dudas se convertía en un verdadero aliado de los añejos ¨ tórtolos¨ que bajo la égida de tiempos pretéritos, pasaban noviando un largo tiempo.

Aún en la localidad se conservan ¨ confidentes ¨ tapizados con curioso damasco floreado o color entero de inicios del siglo XX, pero los más utilizados eran aquellos elaborados de madera preciosa, con ¨ pajillas ¨ en so fondo y respaldo. También se utilizaron muchos con curiosas tallas en madera entre las que sobresalían las figuras de hermosos ¨ Cupidos ¨, que servían de ambientación al principal valor utilitario del mueble.

Fastuosos ¨ confidentes ¨ exhibían junto al brillo de su madera, delicadas incrustaciones en nácar o hueso, en tanto sus patas variaban de forma en correspondencia con el estilo utilizado en su fabricación.

Las señoritas del pasado siglo, ataviadas de larga indumentaria, esperaban ansiosas al pretendido galán que la acompañaría unas horas en la noche, sentados en aquel antojo de nido de amor que todos conocían como ¨ confidentes ¨.

Aun se conservan en la ciudad algunos de estos elegantes muebles cuyo uso parece quedar atrás en un siglo en el que la modernidad se impone, pero no deja de constituir todo un hermoso legado de prácticas de una época de encuentros y desencuentros, amores y desamores.

Llegan hasta hoy los curiosos ¨ confidentes ¨ como testimonio de una época llena de formalidades, pero al mismo tiempo de rico acervo cultural y social que ha dejado una marcada impronta en los lugareños.