viernes, 21 de septiembre de 2012

HUELLAS DEL ARTE CIRCENSE EN NUEVITAS.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Se tienen referencias escritas del circo en Cuba desde los siglos XVII y XIX, personalidades importantes de la cultura cubana han dejado sus impresiones sobre este milenario arte, pero no fue hasta finales del siglo XIX e inicios del XX en que tuvieran presencia en Nuevitas. Iniciado el siglo XX, el Circo ¨Pubillones¨ se presentó en la ciudad en más de una temporada, contaba con ágiles malabaristas, como “Los Leyvas”, además presentaba sorprendentes actos de ilusionismo. Al mismo tiempo de los números de los equilibristas y otras variedades del circo presentaba ballet y sainetes de teatro vernáculo con el número clásico de “El Negrito y el Gallego” lo que provocaba la risa de los lugareños Otro que dejó su impronta aquí fue el Circo Santos y Artigas, por entonces uno de los más exitosos circos de Cuba. Había sido fundado en 1916 y contrataban números internacionales y permitía el desarrollo de artistas cubanos como payasos y trapecistas. Su carpa se instalaba en las cercanías de ¨ El Reparto ¨ límite más alto de la ciudad, donde se extendía una gran explanada que antecedía a la carretera ¨Punta de Piedras¨ En varias oportunidades el circo “La Rosa”, muy arraigado entre los nueviteros, brilló en sus funciones. Había surgido en Camaguey y fue uno de los precursores del oficio circense. Era propiedad de Ramón de la Rosa quien realizó giras por toda la isla. Sus hijas Bella y Aída La Rosa eran las que encabezaban el elenco de atracciones, realizaban un acto de danza envuelta en serpientes malayas que no eran mas que los cubanos majases de Santa María, que ellas mismas adornaban. ¿ Curioso verdad? Fofó y Miliki fue un circo que visitó a Nuevitas y presentó revistas fabulosas con atracciones internacionales que recorrían las ferias más importantes de América. Pero no todo fueron historias de éxitos, en la década del cincuenta había casi cuarenta circos errantes, algunos “de mala muerte” que sobrevivían en la precariedad, recorriendo las provincias, esta es la historia de estar expuesto al sol y al aire, durmiendo en los camiones como vivienda muchas veces acompañados por los hijos que no alcanzaban escuela ni domicilio fijo. Los circos ¨Razzore¨ y ¨Montalvo¨ lograron igualmente el reconocimiento de los que vivían en esta ciudad: el primero, trajo los primeros números circenses que llegaron de China, mientras que el segundo que había sido creado en Matanzas, exhibía a los trapecistas hermanos Montalvo en las primeras décadas a principios de siglo XX. A veces, debido a sus rasgos asiático se presentaron como Los Filipinos. Sin dudas uno de los que más impactó fue ¨Blacaman¨, se trataba de un circo multinacional que llegó a la ciudad en la década del cincuenta con números variados dirigida por Blacaman con su imagen sensacional con el cabello rizado a lo afro. Ofrecía funciones el Domingo con dos Matinée y Noche,. Fue el primero que realizó un desfile por el pueblo por el día para anunciar la llegada del circo y atraer al público. Luego múltiples circos visitarían la ciudad: el ¨Circo Areito¨, en ¨Nacional¨ y otros colmarían de sonrisas a pequeños y adultos, pero en los más longevos quedan las huellas de aquellos primeros y novedosos circos que llegaron a Nuevitas.

MEMORABLES PRESENTACIONES EN NUEVITAS.

MEMORABLES PRESENTACIONES EN NUEVITAS. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. La Nuevitas republicana fue visitada por numerosos circos que como parte de sus recorridos llegaban hasta aquí para mostrar su arte, por entonces muchas veces desestimados por las élites de la burguesía de entonces, no obstante varios números de comediantes que llegaban hasta aquí en solitario se presentaban en el fastuoso teatro ¨ Ángela ¨. En el escenario del desaparecido teatro se presentó ¨ Pirulí ¨ que era un payaso comediante y artista de circo integral ya que dominaba varias disciplinas. En su presentación incluyó algo de malabarismo y una suerte de sorpresas acrobáticas que conmovieron a los presentes. Otro personaje que subió a la escena local fue ¨ Mamerto ¨, un payaso enano que acaparó la atención de varias generaciones de lugareños pues fue una de las popularidades más destacadas del espectáculo. Comenzó a presentarse en Camagüey y luego fue la atracción de todos los lugares que visitaba, lo que se vio reflejado en el entonces ¨ Diario de la Marina ¨. La presencia de ¨ Mandrake ¨ el Mago fue toda una novedad en Nuevitas El espectacular mago e ilusionista, había tomado su nombre de un personaje de caricaturas, le dio esmero y elegancia a su acto con cajas grandes y desapariciones sensacionales. Recorrió todo el país y viajó por el extranjero. A veces se presentaba con su show en visitas escolares y en fiestas infantiles. Algo especial que aun recuerdan los que peinan canas fue la presentación de Gaby Fofó y Miliki, talentosos hermanos de origen español, que se establecieron en Cuba por mucho tiempo, actuando en televisión y teatros. Compositores de un vasto repertorio, de comediantes musicales parodistas, tocaban el acordeón y el saxofón. Sus presentaciones fueron todo un espectáculo de alegre música y continuas sonrisas. Otro artista que mostró su quehacer en la ciudad fue ¨ Moralitos ¨ , un excéntrico musical que tocaba varios instrumentos, en forma de comedia, también un serrucho como violín, y percusión con ollas y calderos. Bailaba taps. Fue un talentoso artista que creó una estirpe de músicos notables con sus hijos: Jesús Morales, brillante marimbista, Alexander Morales, violinista, y Leonel e Iliana pianistas. Ha transcurrido el tiempo y se han sucedido múltiples presentaciones del espectáculo nacional en las que nuestro pueblo se ha deleitado con la entrega de los artistas, pero ahí en el recuerdo de varias generaciones de nueviteros se conservan en la memoria aquellas memorables presentaciones.

¿POR QUÉ NOS MOJAMOS LA CARA ANTES DE ENTRAR A LA PLAYA?

¿POR QUÉ NOS MOJAMOS LA CARA ANTES DE ENTRAR A LA PLAYA? Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. No creo que exista explicación acabada del por qué los que aquí vivimos, tenemos por norma mojarnos la cara con el agua del mar antes de sumergirnos en el. Ello ha devenido en tradición sin que fuera el propósito de quienes desde tiempos ancestrales iniciaron la singular práctica. Curioso es el comportamiento de varones y féminas que sin pensarlo dos veces se agachan antes de que su cuerpo haga contacto con el mar, toman agua de este con las dos manos y en dos o tres oportunidades se mojan la cara a manera de lavado matutino. Otros prefieren junto a esta práctica, mojar se el pelo, lo que pudiera estar vinculado a la idea de refrescar la parte más alta de los humanos donde se encuentra el cerebro encargado de dar órdenes a todo el cuerpo, lo que le facilitaría el dinamismo requerido en el baño de mar. Esta pericia pudiera también tener un origen vinculados a antiquísimas prácticas religiosas ligadas al bautizo cristiano o a las de expresiones religiosas de origen tribal en Cuba. Hay otros, que creyentes o no, antes de sumergirse en el mar toman agua con su diestra y se persignan antes de entrar, evidencia de experiencias cristianas llegadas aquí desde tiempos de la colonización española y que se mantiene en algunos como práctica usual sin que muchas veces se expliquen a que se debe. Tanto al famosos balneario de Santa Lucía al norte de la ciudad de Nuevitas, como a las playas del interior de la bahía, acuden cada año masivamente los lugareños a tomar el baño de mar que se extiende hasta finales de septiembre casi a la entrada de los primeros frente fríos, pero en todos siempre se evidencia la práctica de ¨ lavar ¨ la cara con el agua del mar antes de entrar a el. No se puede dar una respuesta absoluta y concluyente sobre la mencionada práctica, pero de momento, seguimos acudiendo a las azuladas aguas del mar a tomar el esperado baño en la etapa estival, mientras esperamos por antropólogos, psicólogos y sociólogos para dar alguna respuesta a este actuar convertido en un verdadero hecho sociocultural que evidencia una de nuestras más arraigadas tradiciones

domingo, 16 de septiembre de 2012

EL CAMINO VIEJO DE NUEVITAS.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Desde que la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, fundada entre 1514 y 1515 en la bahía de Nuevitas, se trasladara a orillas del río ¨Tínima¨, lugar en el que se encuentra hoy aquel emporio convertido en capital provincial, constituyó una necesidad perfilar un camino que lo uniera con esta ciudad portuaria, por lo que a mediados del siglo XIX ya el empeño había cobrado su primitiva forma. El ¨ Camino de Nuevitas ¨ nacía en la ciudad y por entonces se diseñó desde la parte alta de ella, estableciéndose en la entrada y salida principal de la villa. Este trazado era por el lugar que después de abandonado, fue rebautizado con el nombre de ¨ Carretera de Punta de Piedras ¨. El camino, serpentineaba desde esta ciudad del nordeste de Camagüey hacia el suroeste hasta llegar a Puerto Príncipe, pasando por las inmediaciones del paradero ¨ O´Donell ¨ en la actual ciudad de Minas. Aquel era un polvoriento camino, con algunos tramos empedrados con calizas propias de su entorno. En el ir y venir hacia la capital provincial, cuando inicialmente se producían los viajes en equipos de tracción animal, existían estancias en las que los corredores de carruajes cambiaban sus caballos para poder llegar al destino emprendido. Cuando se construyó la carretera de Nuevitas a Camagüey en la década de los años 40 del pasado siglo XX, una de las de mayor confort en el país condicionó que su explotación dejara atrás la historia del ¨ Camino de Nuevitas ¨, cuyos restos fueron permaneciendo a unos pocos kilómetros al sur de la nueva carretera. Hubo tramos del añejo camino que continuaron siendo utilizados, pero se ganaron el apelativo de ¨ Camino Viejo de Nuevitas ¨. Algunas de estas porciones del derruido vial se encontraban cerca de pequeños conglomerados humanos que se ubicaban en sus inmediaciones, lo que justificó su utilidad. Luego se construyó a la entrada de Camagüey la nueva ¨ Avenida Carlos Juan Finlay ¨, que con sus cuatro amplias vías constituyen el segmento en que la carretera de Nuevitas alcanza los predios de la ciudad capital de la provincia, pero al sur de la majestuosa avenida quedó utilizada por unos pocos moradores el ¨ Camino Viejo de Nuevitas ¨. Ahora en medio de la modernidad que se impone en la ciudad de Camagüey y coqueteando con su añeja arquitectura, en el ¨ Camino Viejo de Nuevitas ¨ fue construida una nueva comunidad con calles, modernas viviendas de mampostería y otras infraestructuras, a la que se le dio por nombre ¨ Los Coquitos ¨. Los vecinos para trasladarse desde el centro del pueblo hacia el nuevo barrio, refieren airosos que deben dirigirse por el ¨ Camino Viejo de Nuevitas ¨. Pasado y presente llegan a nuestros días por un viejo camino que ya es parte de la historia abrazada por los lugareños.

lunes, 3 de septiembre de 2012

ANTIGUOS VENTILADORES DE TECHO.

Una de esas calurosas noches nueviteras, mientras tomaba un tiempo de descanso frente al televisor, una moderna lámpara-ventilador de techo refrescaba el entorno de la pequeña sala de la casa, pero al mirarla de pronto mi mente viajó hasta el pasado y cual retrato de antaño se me reflejaron antiguos ventiladores de techo que pude ver en mi infancia. En la década de los años cincuenta del pasado siglo XX uno de los más concurridos lugares era el bar-restaurante- hospedaje ¨Acera de Martí¨. A el acudíamos en reiteradaza oportunidades para disfrutar de su renombrada gastronomía que era servida en su marquesina. Mientras y en el interior del bar, algunos degustaban el sabroso ron cubano en tanto en el techo giraban cinco grandes ventiladores de hierro con alrededor de 30 kilogramos de peso que refrescaban el lugar. Aquellos ventiladores marca Robbins & Mayers hacían las delicias de los que procuraban la estancia en lugar, pues desde ahí se divisaba el ir y venir al ferrocarril por el que llegaban y salían los bañistas camagüeyanos que se disponían a disfrutar de las playas de la ciudad. Otro de los sitios frecuentados por los lugareños era el popular ¨Bar Victoria¨. En el se expendía café , helados , bebidas y licores y otras golosinas que motivaban a pequeños y mayores. Mientras en su techo otros cuatro grandes ventiladores, aquellos de marca Westinghouse, aireaban el local y hacían más agradable la estancia de sus usuarios. Otros ventiladores de este tipo con sus cuatro palas grandes refrescaban los bares ¨Rancho Chico¨, ¨El Sol¨ y hasta el alto vestíbulo del teatro ¨Angela¨ , sitio de obligada asistencia e importante centro cultural de la localidad y regalaban aires con su añeja composición. Los altísimos almacenes que circundaban la costa de la ciudad con sus innumerables muelles, contaban con pesados ventiladores de techo para mantener fresca la mercancía que en ellos se guardaba y evitar su deterioro en poco tiempo. Hace un siglo que aquellos antiguos y pesados ventiladores de techo llegaron a la ciudad y se hicieron populares en los lugares de mayor concentración de personas. Recuerdo que diambulantes y transmutes se tomaban un tiempo en las faenas cotidianas para sentarse debajo de uno de ellos que agradecido les regalaba el aire. Ahora cuando se impone la modernidad, y otros equipos más ligeros y efectivos van cobrando espacio en la cotidianeidad, continúo disfrutando de las bondades de mi ventilador de techo, en tanto repaso la huella que en mi generación dejaron aquellos antiguos y pesados aparatos.