viernes, 4 de enero de 2013

ÑÁNGARA Sí, Y A MUCHA HONRA. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Corría el primer lustro de la década de los años sesenta del pasado siglo XX y en medio de la polarización de las fuerzas políticas actuantes al triunfo de la Revolución, yo con apenas diez años no encontraba explicación a un calificativo que en no pocas oportunidades alguien le daba a buena parte de los lugareños: ¨ ñángara ¨. Recuerdo que alguien dijo defendiendo los privilegios de los que gozaban unos pocos antes de aquel primero de enero de 1959: ¨ delante de ella no hables que ella es una ñángara ¨. Se referían a mi madre, entonces vinculadas a los ajetreos de organizar la nueva sociedad que se venía encima. Fue tal el dolor de la injusta censura que aun recuerdo tan gran fechoría. Años después supe que una abnegada mulata, graduada de maestra, no pudo ocupar el cargo de directora de una escuela primaria porque entre los que tenían que decidirlo una persona le achacó ser ¨ demasiado ñángara ¨. Todavía aquella valiosa profesional y revolucionaria recuerda con nostalgia tan malhechora decisión. Decir entonces ¨ ñángara ¨ equivalía a tildarlo de tendencia política de izquierda o comunista, como si tal posición política fuera un sacrilegio en momentos en que todo el esfuerzo se centraba en llevar la mayor igualdad posible entre los ciudadanos y al frente del noble actuar estaban precisamente los que abrazaron la causa del socialismo. Ahora cuando en Venezuela se abre paso un proyecto económico y social que bajo el paradigma del Socialismo del Siglo XXI trata de disminuir los marcados contrastes entre pobres y ricos que heredó el gobierno del presidente Hugo Rafael Chávez Frías, reviven esa designación para señalar los seguidores del Partido Socialista Popular. Lo que conozco y demuestro con creces de los procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela, separados en el tiempo por casi medio siglo, es que han tratado de hacer más digna la vida de todos, llevar pan al hambriento, educación a los que nunca tuvieron acceso a ella, salud para todos y de forma gratuita y revertir los ingresos entre los más desposeídos. ¡ Tremenda tarea la de los ñángaras ¡ Paso balance a los años vividos y pienso en la justa obra de la revolución – no exenta de errores – y me doy perfecta cuenta que el esfuerzo no ha sido en vano, que la obra de Cuba durante más de medio siglo es tangible y reconocida hasta por los propios organismos del sistema de las Naciones Unidas. También son palpables los logros de la Revolución Bolivariana, expresados en las misiones y en la muy noble ¨ Operación Milagro ¨ que ha devuelto la vista a cientos de personas con el actuar solidario de cubanos y venezolanos. Ahora, cuando nos preparamos para el advenimiento de un nuevo aniversario del triunfo rebelde cubano y nos adentramos en el siglo XXI con una América nueva, si nos siguen tildando de ¨ ñángara ¨ por edificar una sociedad con mayor equidad, por empeñarnos en salvar el planeta ante los cambios climáticos y por luchar por un mundo mejor posible. Enhorabuena al apelativo de ¨ ñángara ¨.
NUEVITAS EN LOS DIAS DE LAS PASCUAS SANGRIENTAS. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. En los días posteriores al desembarco del Yate ¨ Granma ¨ el 2 diciembre de 1956 se desató en Cuba una brutal represión contra los opositores de la tiranía de Fulgencio Batista. El hecho ha pasado a la historia como las “Pascuas Sangrientas”. Nuevitas entonces experimentó los impactos de tan convulsa y definitoria etapa. A partir del día 23 de diciembre de 1956 ocurrieron varios crímenes, hechos que al estar enmarcados en las festividades de Pascuas fueron bautizados ese nombre. Fueron asesinados 23 jóvenes revolucionarios, en lo que constituyó una de las páginas más tristes y llenas de terror de la historia de Cuba. En los primeros meses de MIL956 se habían constituido en Nuevitas nuevas células del Movimiento 26 de Julio, se intensificó la propaganda revolucionaria y las ventas de bonos para la recaudación de los fondos. A finales de septiembre Armando Hart Dávalos junto a García Peláez y Joaquín Agramonte en recorrido por la provincia, contactaron con el Movimiento. Era de vital importancia recolectar fondos, reorganizarlos y precisaron los planes para futuras acciones. Posteriormente se reorganizó la dirección, quedando como Coordinador General: Raúl Santana Aznares en Acción y Sabotaje: Edid Mederos Mayedo, la Sección Obrera: Héctor Conde Oña, en tanto Finanzas la ocupó: Ricardo Santana Aznares. Después de la reorganización, la estructura nutrió sus filas con nuevos combatientes. Los camagüeyanos recibieron indicaciones precisas para apoyar con distintas acciones el desembarco de la expedición armada por Fidel, planteadas directamente por Pepito Tey desde Santiago de Cuba, las que hacían precisiones a las restantes células, para el desarrollo de distintas acciones. Bajo la dirección de los nueviteros Edid Mederos y Luís Fernández Quiroga, se hicieron estallar petardos en la ciudad, se provocó un apagón general en el fluido eléctrico y se efectúo el intento de volar el Way de la línea de Punta Gorda, el que no explotó por desperfecto en el mecanismo del explosivo. En la acción participaron además Luís Paneca Lezcano, Armando Castillo, Ernesto Salcedo, Felipe Martínez y otros. Unido en esta lucha, existió una célula del Partido Socialista Popular, integrado por un reducido grupo de militantes que desarrollaron sus labores de forma clandestinas. Muchos de ellos sufrieron prisiones y persecuciones, La operación Regalo de Navidad comenzó el 23 de diciembre de MIL956 y se extendió hasta cuatro días después durante la cual se arrancó la vida a habitantes de las actuales provincias de Holguín y Las Tunas, entre ellos el máximo dirigente del Movimiento 26 de Julio en Holguín, Pedro Miguel Díaz Coello, otras importantes figuras del Movimiento 26 de Julio y del Partido Socialista Popular, trabajadores y dirigentes sindicales, aunque hubo entre las víctimas hombres de otros partidos o sin filiación política. Muchos de ellos fueron arrancados de sus hogares, salvajemente torturados y sus cadáveres abandonados en carreteras, en el campo, debajo de un puente, colgados de un árbol, escenas que conmocionaron al pueblo. Solo habían cometido el delito de oponerse a la dictadura de Fulgencio Batista. La sangre de los mártires de las "Pascuas Sangrientas" no se derramó en vano. El terror no detuvo la firme decisión de lucha del pueblo, ni el desarrollo impetuoso del Ejército Rebelde para lograr más tarde el derrocamiento de la tiranía.
DE CAMALOTE UN MÁRTIR CAMPESINO. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Camalote, fértil tierra del municipio Nuevitas, ha sido cuna de múltiples personas que han entregado sus vidas a favor de la Revolución: Ese es el caso de José Cuesta Herrera Mártir de origen campesino y colaborador del Ejército Rebelde víctima de los crímenes de la tiranía de Fulgencio Batista. Había nacido el 23 de Marzo de 1931 en la finca La Margarita, en el propio Camalote, perteneciente al Término Municipal de Nuevitas. Sus padres fueron José y Argelia. Fue hermano de 7 hijos: 4 hembras y 3 varones. Su padre se dedicaba a labores agrícolas, lo que le sirvió para que se crearan en el valores laborales que forjarían su temperamento. José no pudo estudiar, pues en aquella zona no existían escuelas, en tanto su primer trabajo estuvo encaminado a ayudar al padre en el pequeño sitio que poseían. A los 16 años trabajó en la finca El Desengaño como peón de ganado, mientras en 1956 contrajo matrimonio con Coralina Díaz Núñez, con la cual tuvo tres hijos, dos hembras y un varón. Ella, en el ámbito matrimonial le enseño a leer y escribir. Su formación patriótica y revolucionaria se fue desarrollando a partir de 1940, cuando contaba solamente con 9 años de edad, al asistir con su padre a distintas reuniones de carácter político, influyendo en su carácter, para luchar contra las injusticias que a diario se cometían en el medio en que vivía. Se inició en las actividades revolucionarias en 1958, junto con Juan Pantoja y David Socarrás, llevando medicinas, mercancías, y mensajes a los rebeldes, pertenecientes a las tropas del capitán José Botello. Al producirse un encuentro entre las fuerzas rebeldes y el ejército del tirano Fulgencio, fue hecho prisionero junto a otros compañeros revolucionarios, los trasladaron al cuartel Alemán, en Santa Lucía, donde fueron torturados, de ahí los condujeron para la finca El Rubí, donde vivía el jefe de la policía de la zona. Allí prosiguieron las torturas y sin lograr las declaraciones que esperaban, él y sus compañeros fueron conducidos amarrados frente a la finca ¨ La Amelia ¨ donde cayeron ultimados a balazos el 22 de noviembre de 1958. José Cuesta Herrera abonó aquella zona rural con su sangre y la de sus compañeros, lo que ha servido a sucesivas generaciones de lugareños para beber se su savia en la cual se han inspirado para con nuevos bríos llevar adelante la obra de la Revolución
DE CAMALOTE UN MÁRTIR CAMPESINO. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Camalote, fértil tierra del municipio Nuevitas, ha sido cuna de múltiples personas que han entregado sus vidas a favor de la Revolución: Ese es el caso de José Cuesta Herrera Mártir de origen campesino y colaborador del Ejército Rebelde víctima de los crímenes de la tiranía de Fulgencio Batista. Había nacido el 23 de Marzo de 1931 en la finca La Margarita, en el propio Camalote, perteneciente al Término Municipal de Nuevitas. Sus padres fueron José y Argelia. Fue hermano de 7 hijos: 4 hembras y 3 varones. Su padre se dedicaba a labores agrícolas, lo que le sirvió para que se crearan en el valores laborales que forjarían su temperamento. José no pudo estudiar, pues en aquella zona no existían escuelas, en tanto su primer trabajo estuvo encaminado a ayudar al padre en el pequeño sitio que poseían. A los 16 años trabajó en la finca El Desengaño como peón de ganado, mientras en 1956 contrajo matrimonio con Coralina Díaz Núñez, con la cual tuvo tres hijos, dos hembras y un varón. Ella, en el ámbito matrimonial le enseño a leer y escribir. Su formación patriótica y revolucionaria se fue desarrollando a partir de 1940, cuando contaba solamente con 9 años de edad, al asistir con su padre a distintas reuniones de carácter político, influyendo en su carácter, para luchar contra las injusticias que a diario se cometían en el medio en que vivía. Se inició en las actividades revolucionarias en 1958, junto con Juan Pantoja y David Socarrás, llevando medicinas, mercancías, y mensajes a los rebeldes, pertenecientes a las tropas del capitán José Botello. Al producirse un encuentro entre las fuerzas rebeldes y el ejército del tirano Fulgencio, fue hecho prisionero junto a otros compañeros revolucionarios, los trasladaron al cuartel Alemán, en Santa Lucía, donde fueron torturados, de ahí los condujeron para la finca El Rubí, donde vivía el jefe de la policía de la zona. Allí prosiguieron las torturas y sin lograr las declaraciones que esperaban, él y sus compañeros fueron conducidos amarrados frente a la finca ¨ La Amelia ¨ donde cayeron ultimados a balazos el 22 de noviembre de 1958. José Cuesta Herrera abonó aquella zona rural con su sangre y la de sus compañeros, lo que ha servido a sucesivas generaciones de lugareños para beber se su savia en la cual se han inspirado para con nuevos bríos llevar adelante la obra de la Revolución
TIEMPOS DE ALCANCIAS. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Según la herencia etimológica castellana, una alcancía es una vasija, comúnmente de barro, cerrada, con solo una hendidura estrecha hacia la parte superior, por donde se echan monedas que no se pueden sacar sino rompiéndola. Tan curioso objeto llegó a la isla y alcanzó gran valor utilitario y en Nuevitas aun se conservan curiosos ejemplares de aquellos ¨ depósitos de dinero ¨. En la ciudad se conservan alcancías con figuras de casitas , animales, barcos, figuras religiosas como el Corazón de Jesús, la Virgen de Fátima y hasta las mismísima imagen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba; barriles, pelotas de deporte y otras curiosas formas que completan las más inimaginables curiosidades que fueron construidas básicamente de porcelana, yeso, barro, metal y plástico. Entre las más arraigadas alcancías conocidas en esta villa del nordeste de Camagüey, se cuenta aquellas con figuras de cerditos, conocidas también como ¨ lechoncitos ¨, que se convertían en verdaderas ¨ guacas ¨ para lograr algún ahorro con vista al cumpleaños de uno de los niños o con el propósito de hacerle un regalo especial en determinada fecha. En tiempos de la República Mediatizada las alcancías eran improvisadas por algunas personas una haciendo una grieta en una lata sellada, esta forma fue según los más acianos ampliamente usada antes del triunfo de la Revolución por los más pobres para poder almacenar centavos. Es por ello que los más longevos, poseen aún alcancías llenas de monedas de otra época. Las alcancías de yeso, eran conservadas en lugar visible para que familiares y visitantes depositaran en ellas algún menudito que fuera nutriendo la suma, así se decía: ¨ mira como ya va pesando el lechoncito ¨, pero el momento que se convertía en todo un acontecimiento era el día que la misma era lanzada contra el suelo o se le daba un certero martillazo para que se derramara el dinero acumulado en ella. Luego, en la década de los años 40 del siglo XX aparecieron otras que fueron distribuidas por los bancos de entonces para que las personas ahorraran en ellas con vista a su ulterior depósito en las cuentas de esas instituciones. Así vieron la luz alcancías metálicas de mucha seguridad: unas sólo aceptaban realitos y cuando se llenaba solas se abrían en tanto otras tenías hasta llaves para tenerlas a buen recaudo. Ahora aunque algunos continúan la práctica y hasta artesanos se dedican a continuar fabricándolas, se imponen otras formas de ahorrar el dinero, pero quedan en la memoria de varias generaciones de lugareños aquellas alcancías que hacían que un día marcara la diferencia de los demás días del año.
ARROLLANDO DESDE LA CUNA. Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. Una de estas apacibles noches de la ciudad, en las que se va sintiendo el entusiasmo de los coterráneos por la llegada de las fiestas carnavalescas, contemplé desde mi balcón el ensayo de una cubanísima conga que noche tras noche hace arrollar a los vecinos del lugar, pero lo curioso es que entre los que participan del convite, destacan niñas y niños que a penas con dos años dan muestra de verdadera destreza en tan complejo menester. En la conga junto a la insuperable percusión participan los que hacen salir del cencerro una tonalidad sonora inigualable que acompañada por la trompeta forman un contraste que nos lleva a la génesis de nuestra propia cultura en la que se entremezclan el tambor africano y la gaita llegada desde la Península Ibérica. Desde media tarde los tambores son puestos al sol para tensar el cuero, en tanto los que tienen la responsabilidad de hacerlos sonar prueban constantemente el sonido hasta comprobar que está a punto para el ensayo nocturno. Pero ya aquel sonido cobra vida desde la tarde y no cesa hasta que culmina aquella cabalgata de bailes y colores. Una pequeña niña se adelanta y con una faldita rizada, mueve su cintura con tal destreza que uno no sabe si prestar más atención a sus movimientos corporales o a la hábil manera de ir marcando los pasos del baile con los pies en el pavimento. Cuando más ¨ encendido ¨ está al singular toque, se suman personas de diferentes edades y se produce la magia del goce por el arrollar con la conga. Muchos corean el estribillo y el sudor cubre los cuerpos de los que bailan tras la conga, pero nadie renuncia al empeño de vivir la inigualable experiencia. Ahora me vienen a la mente los ancestros: aquellos africanos que fueron traídos como esclavos y se les permitía en fechas especiales salir al Camino Real a danzar con toques muy parecidos a los que hoy hacen de nosotros verdaderos portadores de cultura popular tradicional, del aquella insigne conga nuevitera de la familia ¨ Villegas ¨ que enfrentadas a sus similares de Camagüey alcanzaron el lugar cimero y con el también la fama y mil colores que hacen del ropaje de ocasión un verdadero cómplice del espectáculo. Ahora, cuando es inminente la llegada del carnaval y la conga de mi barrio se apresta a probar habilidades frente a sus similares, el contagioso sonido de los tambores, el cencerro y la trompeta recuerdan que somos un producto especial que nos hace ser quienes somos y no otros. Somos los que trabajamos y disfrutamos cuando arrollamos tras el pegajoso ritmo de nuestras familiares congas.
PAN GIGANTE PARA ¨ LA EMPERATRIZ DEL BOLERO ¨ Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. En las primeras décadas del siglo XX una nueva sonoridad se incorporó a la música cubana cuando irrumpían los acordes del danzonete y aunque su auge fue breve, varios y valiosos fueron los intérpretes de este nuevo género, entre los que descolló Paulina Álvarez: la que llamaron ¨ Emperatriz del Danzonete ¨. A penas dos décadas después y tal vez bajo la influencia de aquel apelativo, en Nuevitas una intérprete del patio se granjeó el epíteto de ¨ Emperatriz del Bolero ¨. Convertida en primera actriz del ¨ Conjunto Talía ¨ Zenaida Montenegro Morgado hizo del la interpretación del bolero una pasión que condicionó que rápidamente fuera reconocida con el singular apelativo. Cantó en la Corte Suprema a nivel de región donde obtuvo el primer lugar, por lo que la panadería ¨ La Cañonera ¨ le obsequió un pan gigante que tuvieron que transportar una veintena de personas. Zenaida fue primer actriz del conjunto ¨ Talía ¨, en el que se desempeñaba en la actuación e interpretaba múltiples boleros por lo que les fueron reconocidas sus posibilidades vocales, pues hacía de las tesituras interpretativa todo un acontecimiento disfrutado por la población de la localidad. Zenaida nació el 6 de septiembre de 1926. Su padre, viudo con cuatro hijos se casó con su mamá de cuya unión nació ella y doce hermanos más. Cursó sus primeros estudios en la Escuela Primaria ¨ Aurelia Castillo ¨, llegando sólo hasta quinto grado pues tuvo que incorporarse a trabajar como doméstica por la situación económica en que se encontraba su familia. Posteriormente vendió revistas y periódicos en el puesto del nuevitero Vicente Riopedre. Más tarde trabajó como dependienta en la tienda de Vicente Soto y fue auxiliar del Kindergarten de la época. Contrajo matrimonio en 1952 con Rogelio Varona, de cuya unión nació su hija Mayda. En el año 1953 la dejaron sin trabajo y puso una escuelita en su casa para ayudar a su esposo. Luego, con el triunfo de la Revolución de 1959 se incorporó activamente al quehacer de los nuevos tiempos. Pocas personas reúnen tantos méritos y virtudes además de una existencia tan rica que contar. Ella, ahora anciana, relata con emoción su larga historia de vida, colmada de anécdotas, que nos llevan a la Nuevitas de antaño. La octogenaria lugareña se enorgullece de mantener vivos los mismos sentimientos de hace más de medio siglo, entre los que distingue su infinito amor por la Revolución. Rememora con frecuencia la Montenegro las experiencias e historias con el entusiasmo de sus años mozos. Conserva además, con inmensa pasión, recuerdos, recortes de periódico, carnés, postales, credenciales, fotos, reconocimientos y cinco medallas que guarda con celos como trofeos de su larga y fructífera vida, consagrada por entero además de las laboreas artísticas a las revolucionarias. Ahora, después de haber transitado por la vida con tanta versatilidad y contar con una rica historia de apego a las ideas y obras de la revolución, recuerda Zenaida Montenegro Morgado su tránsito por las artes escénicas que hicieron de su actuación, memorables jornadas en el teatro ¨ Campoamor ¨, quedando coronada por siempre con el popular título de ¨ La Emperatriz del Bolero ¨.