jueves, 17 de febrero de 2011

HISTÓRICA CONFERENCIA SOBRE HALLAZGO ARQUEOLÓGICO.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Poco tiempo después de realizados algunos hallazgos en el sitio nombrado por ¨ El Chorrito ¨, muy cerca del lugar conocido como ¨ Punta del Guincho ¨ en la bahía de Nuevitas, que había aportado múltiples evidencias indicativas de que este fue el lugar donde se fundara entre 1514 y 1515l a villa de Santa María del Puerto del Príncipe, se desarrolló una memorable conferencia sobre los hallazgos de Payarés por esa zona.

La hasta entonces Inédita disertación, se llevó a cabo en amplios salones del antiguo edificio de la ¨ Colonia Española ¨, entonces convertida en Casa de la Cultura y en la que los principales ponentes fueron Rodolfo Payarés, José Manuel Guarch Delmonte y Manuel Rivero de la Calle.
Rodolfo Payarés había nacido en Camagüey, Cuba, el 22 de octubre de 1922, había recibido los cursos básico en 1964, medio e n1967 y superior ne1970 de superación del Departamento de Antropología. José Manuel Guarch Delmonte, nació en Camagüey el 2 de marzo de1931. Especialista en Ciencias Arqueológicas y Manuel Rivero de la Calle nació en Esmeralda, en la provincia de Camagüey, el 5 de abril de1926. A los 17 años realizó excavaciones con el historiador, poeta y arqueólogo Felipe Pichardo Moya, pocos años más tarde ingresó en la Sociedad Espeleológica de Cuba. En 1949 obtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales en la Escuela de Ciencias de La Universidad de La Habana. En la década de los cincuenta trabajó como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Trinidad, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara y en la Universidad Central de Las Villas; en ésta impartió cursos de antropología desde 1952 hasta 1958.
Payarés hizo hincapié en haber encontrado un sitio aborigen cronológicamente anterior a la ocupación hispana, él, afirmaba que el 1 de julio de 1964, se disponía a realizar los reconocimientos en el terreno y Enrique Cirules (también participante en aquella conferencia) le mostró un hacha típica aborigen y algunos fragmentos de cerámica que había encontrado en sus caminatas; este hecho lo predispuso probablemente a encontrar un asentamiento aborigen.
Aquella noche memorarle en la ¨ Colonia Española ¨, se expusieron en diapositivas de celuloides a través de los proyectores existentes por entonces en las que se mostraron hachas, coas, conchas, cerámica y porcelana propia de la Europa del siglo XVI .
Ahora cuando nos acercamos a la media centuria del hecho, en la mente de los más interesados en la tradición más lejana y que pudieron asistir tan significativa tertulia queda la impronta que dejó en todos, aquel primer asomo que indicaba la importancia de tan relevante sitio histórico.

HISTÓRICA CONFERENCIA SOBRE HALLAZGO ARQUEOLÓGICO.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Poco tiempo después de realizados algunos hallazgos en el sitio nombrado por ¨ El Chorrito ¨, muy cerca del lugar conocido como ¨ Punta del Guincho ¨ en la bahía de Nuevitas, que había aportado múltiples evidencias indicativas de que este fue el lugar donde se fundara entre 1514 y 1515l a villa de Santa María del Puerto del Príncipe, se desarrolló una memorable conferencia sobre los hallazgos de Payarés por esa zona.

La hasta entonces Inédita disertación, se llevó a cabo en amplios salones del antiguo edificio de la ¨ Colonia Española ¨, entonces convertida en Casa de la Cultura y en la que los principales ponentes fueron Rodolfo Payarés, José Manuel Guarch Delmonte y Manuel Rivero de la Calle.
Rodolfo Payarés había nacido en Camagüey, Cuba, el 22 de octubre de 1922, había recibido los cursos básico en 1964, medio e n1967 y superior ne1970 de superación del Departamento de Antropología. José Manuel Guarch Delmonte, nació en Camagüey el 2 de marzo de1931. Especialista en Ciencias Arqueológicas y Manuel Rivero de la Calle nació en Esmeralda, en la provincia de Camagüey, el 5 de abril de1926. A los 17 años realizó excavaciones con el historiador, poeta y arqueólogo Felipe Pichardo Moya, pocos años más tarde ingresó en la Sociedad Espeleológica de Cuba. En 1949 obtuvo el título de Doctor en Ciencias Naturales en la Escuela de Ciencias de La Universidad de La Habana. En la década de los cincuenta trabajó como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Trinidad, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santa Clara y en la Universidad Central de Las Villas; en ésta impartió cursos de antropología desde 1952 hasta 1958.
Payarés hizo hincapié en haber encontrado un sitio aborigen cronológicamente anterior a la ocupación hispana, él, afirmaba que el 1 de julio de 1964, se disponía a realizar los reconocimientos en el terreno y Enrique Cirules (también participante en aquella conferencia) le mostró un hacha típica aborigen y algunos fragmentos de cerámica que había encontrado en sus caminatas; este hecho lo predispuso probablemente a encontrar un asentamiento aborigen.
Aquella noche memorarle en la ¨ Colonia Española ¨, se expusieron en diapositivas de celuloides a través de los proyectores existentes por entonces en las que se mostraron hachas, coas, conchas, cerámica y porcelana propia de la Europa del siglo XVI .
Ahora cuando nos acercamos a la media centuria del hecho, en la mente de los más interesados en la tradición más lejana y que pudieron asistir tan significativa tertulia queda la impronta que dejó en todos, aquel primer asomo que indicaba la importancia de tan relevante sitio histórico.

viernes, 4 de febrero de 2011

ANTIGUOS CUBIERTOS ENCHAPADOS EN CAREY.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Prácticas ancestrales han acompañado el devenir de Nuevitas como pueblo costero, cuyo producto cultural ha estado signado por la influencia del entorno, en el que sobresalen en sus manufacturas y producciones artesanales los componentes salidos del mar. Ese es el caso de la antigua práctica de usar sal conchas de carey para realizar especiales enchapes.

Variados son los objetos que desde tiempos inmemoriales han sido elaborados teniendo como base las conchas extraídas del carey, las que una vez pulimentadas exhiben un esplendor inigualable, al extremo, de competir con la más fina bisutería elaborada con metales preciosos.

Así, aparecieron desde el período decimonónico nuevitero, singulares cubiertos con sus cabos enchapados en carey, e incluso, cucharas y tenedores, elaboradas de forma total y finamente con chapas de carey, las que inclusos muestran determinados tallados que le aportan una fina presencia.

Familias de ascendencia en la localidad, encargaban a los más diestros artesanos el enchape en carey de los cabos de los más finos cubiertos , de modo que pudieran ser lucidos en las más suntuosas mesas de la época, lo que le otorgaba un toque de distinción a aquella práctica.

Finos cubiertos, incluso de metales preciosos o especiales aleaciones, fueron encabados con preciosas conchas del carey capturado en la cayería norte de la ciudad, de donde salían hermosos ejemplares, que después de sacrificados, aportaban especiales conchas muy cotizadas hasta media o del pasado siglo XX.

Peines, peinetas, alfileres y ganchos de pelo, llaveros, adornos para decorar salas y otros espacios de las viviendas eran entonces elaborados a partir de las conchas de carey finamente trabajadas, lográndose figuras de grandes volúmenes y porte sin igual, que otorgaban distinción a aquellos elementos que se integraba a l concepciones estéticas de la época.

Ahora, cuando todos nos empeñamos en preservar esa antiquísima y preciada especie que es el carey y disminuye sustancialmente su sacrificio, se conservan en la ciudad algunos ejemplares de aquellos cubiertos enchapados en carey, como testigos de una época pretérita que tuvo signada por la depredación de la naturaleza, en tanto aportó importantes elementos a la cultura local.