miércoles, 20 de mayo de 2015

NUEVITAS EN JOAQUÍN AGÜERO Y AGÜERO.

Por Ricardo Ferrer Aluija. Joaquín Agüero y Agüero fue actor importante de esa pléyade camagüeyana que se adelantó en el tiempo en la lucha por la independencia de Cuba. El 4 de julio de 1851, encabezada por el fue redactada y aprobada en San Francisco de Jucaral, por primera vez en los campos de Cuba Libre, una Declaración de Independencia. Entre sus más cercanos colabores contaba con Francisco Agüero Estrada “El Solitario” , su primo hermano que se entregó a la justa causa y una vez fallecido Joaquín, dio a conocer su biografía escrita por el en Nueva York en 1853, y publicada en periódico La Verdad de aquella metrópoli. En la biografía de Joaquín, a quien el autor lo nombra con frecuencia como Don Joaquín, Francisco Agüero remarca: “Sumamente irritado el gobierno en vista de los folletos que así de Puerto Príncipe como de Nuevitas, donde residía últimamente Don Joaquín, circulaban de continuo por la Isla, dispuso que se registrasen varias casas entre las cuales fue una la suya; mas en vano se hicieron las diligencias por parte del gobierno, porque como estaba previsto, se trabajaba con suma precaución.” Como se deduce de la anterior cita, Agüero y Agüero había fijado residencia en Nuevitas, desde donde dirigía sus acciones conspirativas contra el gobierno colonial español. Aun continúa siendo una incógnita la ubicación exacta de la residencia que este ocupó, no obstante la oralidad indica que se alojó en un pequeño hotelito de la calle “La Marina” nombrado por entonces “Miramar”, por encontrarse en la línea de costa de la ciudad con balcones que permitían dicvisar los hermosos amaneceres en la Bahía de Nuevitas. Nadie mejor que “El Solitario”para ser tomado como fuente primaria acerca de la actividad revolucionaria de Joaquín de Agüero. Tres son las razones que sustentan esta afirmación: Primero fue su primo; segundo, compartió los ajetreos conspiradores con el y tercero, publicó la biografía de Joaquín a sólo dos años de haber sido fusilado, lo que le brinda un importante valor indicativo a su libro, en el que refiere: “Habíase refugiado Don Joaquín en las montañas que median entre Nuevitas y Las Tunas, se había unido a otros patriotas que también eran perseguidos, por la infame delación de un tal Urra, entre los cuales figuraban romo principales Don José Mateo Ponte, y Don Pablo A. Golivart…Era, pues, una montaña encumbrada que a uno de sus amigos se le ocurrió llamar "El Buen Refugio", situada, como se ha dicho entre Las Tuas y Nuevitas. “ Además conservó a la posteridad el detalle de su última escaramuza: “…llegó a reunir unos cuarenta hombre, antes de su última dispersión, se situó en los montes que median entre Las Yeguas y El Cercado, para dominar los dos caminos, que por tierra, conducen a la ciudad de la Habana, y la tercera, que nunca llegó a consolidarse, en las montañas de Cubitas, para dominar ambos caminos de Nuevitas y el puerto de Guanaja.” El 12 de agosto de 1851, Joaquín Agüero y sus compañeros eran fusilados. El Solitario había participado en el asalto de Victoria de las Tunas, en 8 de julio de 1851 y el 13 del mismo mes tomó parte en el combate de San Carlos, separándose del grueso de la partida cuando ésta emprendió la retirada, permaneciendo varios días extraviado por el monte, hasta que pudo orientarse y pasar a la zona de Nuevitas, donde estuvo oculto hasta el 31 de octubre siguiente, en que pudo pasar a los Estados Unidos, con unos treinta fugitivos más.

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