miércoles, 20 de mayo de 2015

“YO VIVO EN EL AGUA COMO EL CAMARÓN…”

Por Ricardo Ferrer Aluija. Musicalísima es nuestra isla, rasgo muy marcado en esta ciudad del nordeste de Camagüey. Esa es la razón por la cual muchos de los más arraigados estribillos musicales remarcan la identidad local. Entonces si estos forman parte de la conga, la rumba y otros géneros muy abrazados por el pueblo, perduran en el tiempo formando parte del acervo cultural de la región. Un estribillo conguero utilizado en la ciudad desde épocas inmemoriales versa: Yo vivo en el agua como el camarón/ ¡y a nadie le importa como vivo yo!... Así recorría las principales calles de la ciudad la muy popular conga de la familia Villegas, en temporada de San Juan y fuera de ella para hacer valer la aseveración que muchos utilizaban para trasmitir disímiles ideas. Algunos, ante la “incisión “del intruso que pretendía inmiscuirse en su vida, respondían con el estribillo, como quien quiere alegar: ¡ eso no es de tu incumbencia! Otros sin embargo utilizaban la desenfadada estrofa para matizar su cotidianeidad en el entorno marinero de Nuevitas. Renglón aparte merecen nuestros pescadores, que heredando las artes de pesca que les fueron legadas por los primeros españoles que ocuparon nuestra tierra, se hacen a la mar por la captura de rojizos y hermosos peces siempre comercializados para satisfacer las más exigentes expectativas de nativos y foráneos. Así cuando vienen de vuelta con las barcas repletas entonan eufóricos: “Yo vivo en el agua como el camarón…” Ustedes imaginan nuestros antepasados arroyando con la conga rodeando el principal parque de la ciudad, como quien pretende dar la clarinada festiva, y detrás el pueblo de pescadores vitoreando: “Yo vivo en el agua como el camarón…” La conga avanzaba sin permiso; entraba y salía, con los nativos arrollando; sudor de barco cargado de peces; alegría marcada; sol que quemaba los cueros de tambores para saberse ahí en el corazón del pueblo. Después del triunfo de la revolución el primero de enero de 1959, el estribillo adquirió notoriedad, pues cada vez que la minoría reaccionaria interna intentaba sentenciar con malos augurios las radicales medidas que tomaba el joven gobierno en beneficio del pueblo, no se hacía esperar la avalancha humana de las mayorías para repostar: “Yo vivo en el agua como el camarón/ ¡y a nadie le importa como vivo yo!..”. Nuevos matices adquiere este final de 2014 y entrada del nuevo año. Ya están en casa nuestros cinco gigantes antiterroristas, y el General Presidente Raúl Castro ha anunciado el restablecimiento de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América. La reacción ha sido mayoritariamente de apoyo, sin embargo, un grupito de resentidos en el sur de La Florida ha comenzado a tirar trompetillas. A ellos que ya les pasó la rueda de la historia también les decimos: “…a nadie le importa como vivo yo!..”.

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