viernes, 29 de abril de 2011

PAMELAS DE AYER Y DE HOY.

Por MSc Ricardo Ferrer Aluija.

La Nuevitas, costera y soleada, históricamente ha condicionado el vestir de la población y las féminas en especial, las que cuidan de su cabello y piel ante lo agresivo del medio en que predominan los vientos cálidos cargados de salinidad, además de los no siempre agradables rayos del sol para lo que siempre han buscado cubrirse con las muy populares pamelas.

Las pamelas que se usan mayormente aquí son sombreros de ala no muy ancha utilizados por las damiselas de antaño y mozas de hoy. Son prendas apropiadas para ocasiones de vestir y se usan de día, sobre todo, por la mañana y preferiblemente, con trajes de dos piezas de hilo propias para el verano.

Las normas más generales establecen que la pamela no debe retirarse durante la jornada aunque el cumplimiento de dicha práctica se ha relajado bastante. Con relación a la estética, aunque suele llevarse con el pelo suelto, por su espectacularidad se recomienda llevarla con peinados recogidos.

Las pamelas en Nuevitas se utiliza en celebraciones diurnas como bodas, y cumpleaños de quinceañeras u otras celebraciones en los que la ceremonia exige acudir con la cabeza cubierta o adornadas para la especial ocasión.

Como sombrero apropiado para protegerse del sol, en su presentación más informal se trata también de un modelo clásico para ir a la playa, en este caso,
confeccionada con materiales aislantes como la paja trenzada. Las lugareñas suelen utilizar las elaboradas a partir del ¨ guano ¨ fino de algún tipo de palma de las que abundan en la geografía local.

La confección de este tipo de sombrero se presta a una gran creatividad por
parte de sus diseñador tanto en materiales como en formas y colores. Pueden ir decoradas con lazos, cintas, flores, plumas, tules u otro tipo de ornamentos admitiéndose una gran libertad en sus diseños.

Generalmente en nuevitas, ya en abril se preparan las pamelas para ser utilizadas en las salidas de compra los fines de semana y las jornadas veraniegas a orillas del mar. Para esta especial ocasión acostumbra a decorarse las pamelas con bisutería marina como pueden ser : pequeñas y hermosas caracolas, pequeñas piezas de carey, y hasta se muestran pequeños caballitos de mar elaborados artificialmente.

Hasta nuestros días llegan las pamelas, complementando la utilización de la sombrilla, para cubrirse del intenso sol que baña esta ciudad ribereña de la costa norte camagüeyana. Las pamelas en ocasiones vuelan por el aire como si quisieran flotar en las escasas ventiscas que nos visitan en la etapa estival.

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