domingo, 19 de diciembre de 2010

EXQUISITA MONTERÍA DE FIN DE AÑO.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Cada fin de año la familia nuevitera, como sucede en toda la geografía cubana, se propone despedir el período que termina, oportunidad en que se pasa balance a las metas laborales y personales en el reiterado empeño de avanzar, además de saludar el advenimiento de un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución, ocasión en la que no puede faltar la tradicional comida que se consume en el especial convite.

Generalmente los lugareños prefieren despedir el año degustando un exquisito pernil de cerdo asado, junto al congrí –arroz con frijoles negros-, yuca con mojo elaborado con manteca del propio puerco y ajos macerados y la ensalada de ocasión en la que por lo general no faltan los tomates y lechuga, pero desde las últimas horas del ¨ año que se va ¨ ya se piensa en el amanecer del nuevo año, en el que no puede faltar la popular ¨ montería ¨.


La montería criolla, muy consumida aquí, es un alimento que tiene como base el cerdo que ha quedado asado de la noche del día 31 del último mes del año, grasa caliente y sofrita en ella las cebollas, los ajos, el pimiento verde y agregan los restos de cerdo, hasta que se doran y adquieren un bouquet especial.

Dicen los nativos más experimentados en la elaboración del arraigado plato, que el toque de distinción se lo da a la ¨ montería ¨ el pimiento o ají verde, que al sofreír, otorgan a la carne especial sabor que invita a ser consumida, lo que se hace acompañando arroz, vianda y alguna ensalada elaborados en la mañana del primer día del nuevo año.

Otros aquí, prefieren ¨ partir el año ¨ cenando con pescado asado, acompañado por congrís, yuca y ensalada como se acostumbra cuando se consume el cerdo asado, ocasión en la que se procura consumir algunas cervezas que hagan más agradable al paladar el esperado marisco.

Algunos, cuando quedan masas del pescado asado en la noche del 31, lo conservan en el frío para elaborar en las primeras horas de la mañana una ¨ montería especial ¨, elaborada al pasar por una cazuela al fuego ají y otros aliños en los que se sofríen y son consumidas con ¨ casabe ¨, pan u otras combinaciones.

Llega así hasta nuestros días, la ¨ exquisita montería ¨, como exponente de nuestra cultura culinaria, que se ha visto enriquecida por la herencia cultural que se nos ha legado, a la que se le añaden importantes componentes locales, en lo que ha devenido en un verdadero plato popular.

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