domingo, 3 de octubre de 2010

SIGNIFICATIVA EDIFICACIÓN.

Por Ricardo Ferrer Aluija.

Nuevitas vio la construcción de varias edificaciones en diferentes momentos de su devenir como ciudad. El ella, vieron la luz diferentes estilos de construcciones, entre las que sobresalen las de tipo eclécticas, edificadas en su mayoría en la primera mitad del siglo XX, pero estas aparecieron cuando en la trama citadina ya se diseminaban múltiples construcciones propias del siglo XIX.

Entre las prominentes edificaciones que vieron la luz en la ciudad se encuentra una construcción de la primera mitad del siglo XIX, influida por el estilo andaluz propio de la arquitectura principeña de la época, que tuvo como objeto social desde sus inicios servir de hospedería a los foráneos que visitaban la ciudad.

El significativo inmueble, ya en la segunda mitad el siglo XIX era conocido con el nombre de ¨ Hotel Miramar ¨, el que ubicado en la entonces cale de ¨ La Marina ¨, contaba con frescas habitaciones con balcones de frente al mar que le servía de fondo y desde los cuales se divisaban las goletas y pequeñas embarcaciones que merodeaban de un extremo a otro de la bahía.

Cuentan que el servicio que prestaba la instalación, aunque no era refinado, era distinguido por los que en ella se alojaban y en sus platos sobresalían los elaborados a partir de mariscos propios de la cocina lugareña. Contaba además con sala de estar, salón de juego y una pequeña taberna en la que se expendía gran variedad de bebidas.

Singulares fueron las visitas que recibió la significativa instalación, pero entre ellas, se recuerda sobremanera la brevísima estancia en la misma de Joaquín de Agüero y Agüero, por aquellos días de los años 50 del siglo XIX en los que se movía entre los alrededores de esta ciudad y la de Las Tunas, en sus quehaceres a favor de la independencia de la isla, causa por la cual fue detenido en las cercanías de Nuevitas y fusilado posteriormente en Camagüey.

Otro huésped ilustre del ¨ Miramar ¨ lo fue Hernest Hemmiway, quien en su periplo por la cayería norte, llegó hasta la ciudad y compartió con sus pescadores, visitó el hospedaje conocido como ¨ El gato Negro ¨ y se alojó en aquella edificación desde la cual divisó el hermoso atardecer con la caída de sol que regala la bahía de Nuevitas.

Desde mediados del siglo XX y después de algún deterioro la instalación fue arrendada a algunas familias para que la utilizaran como vivienda, pero su precaria construcción y falta de mantenimiento no pudieron impedir su deterioro, al extremo de derrumbarse y sólo quedar de ella unas pocas instantáneas, que como esta, han dejado registrada la existencia de una edificación, prominente además de sus hermosos balcones de hierro y su arquitectura, por la riquísima historia que los distinguió.

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