domingo, 3 de octubre de 2010

ROMPIENTES EN LA BAHÍA.

Por Ricardo Ferrer Aluija.

Los rompientes son peñas o escollos que baten las olas. Algunos los consideran bajos, o costas donde, cortado el curso de la corriente de las olas, rompe y se levanta el agua. Tales accidentes, imprimen singular belleza a la franja costera, de modo que se rompe la monotonía de la orilla plana y se distinguen, majestuosos, como colosales monumentos. La bahía de Nuevitas es privilegiada por la presencia de los curiosos rompientes.

El proceso de rompimiento de la ola implica la liberación de su energía, que puede entonces realizar trabajo en términos de erosión de los acantilados y movimiento o transporte de material de playa. El modo en que rompe la ola, el tipo de ola de rompiente, también denominada cachón resultante, y la consecuente capacidad del rompimiento para realizar trabajo y modificar la línea de costa dependen de la altura inicial de las olas y de la pendiente de la playa o el acantilado.

Las olas altas que se aproximan a las playas llanas, como las de la bahía citadina, suelen crear rompientes de derrame, que empiezan a romper a una distancia considerable de la costa creándose así en su cresta una espuma que se extiende gradualmente sobre la superficie descendente de la ola.

La curiosa bahía de bolsa, que sirve de escenario a la vida y obra de los lugareños, es privilegiada al contar con innumerables rompientes. Muy significativos son los que , a manera de grandes rocas, dan la bienvenida a los visitantes que llegan por mar al arribar al lugar principal de acceso a la ensenada, conocido como ¨ La Boca ¨, lugar en el cual se crea una exuberante masa espumosa resultante del choque entre las olas y la masa rocosa.

Hermosos son los rompientes que presencian los nativos y foráneos que visitan las playas ¨ Punta Gorda ¨ y ¨ Varaderito ¨, lugares en que la majestuosidad hace galas de aristocracia que cobra forma en los altos paredones de bordean los balnearios que se repletan de personas de todas las edades en la etapa estival.

Otros rompientes se producen el las conocidas ¨ Punta del Guincho ¨ y la ¨ Playa de las Piedras ¨, nombrada así por los peñascos que la adornan y en los que se producen significativos rompientes que hacen todo un espectáculo, al ser objeto de distracción de pequeños que se dejan arrastrar por el ¨ rezague ¨ de las olas.

Cuando los bañistas se sientan en la arena a tomar sus baños de sol y mar, su vista es testigo del impar divertimento que constituye ser testigos de los rompientes, que otorgan movimiento y vida al paisaje costero que se convierte en regalos especial para los que deciden disfrutar de las bondades y bellezas de nuestras playas.

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