martes, 29 de junio de 2010

REMEMBRANZAS DE UN HOTEL

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Las características de Nuevitas, ciudad portuaria y propia para el turismo y veraneo, hicieron siempre de ella, un sitio ideal para la proliferación de instalaciones con este propósito, de estas, una muy especial se conserva en la memoria de varias generaciones de lugareños: el “Hotel Acera de Martí”.
Este pequeño, pero emblemático hotel, fue fundado por su dueño, Juan Filgueiras en el año 1924 y desde su construcción, ocupó la céntrica esquina de las calles “ Martí ” y “ Calixto García ”, lugar populoso por el que transitaban los moradores de la localidad para pasear por la “ Alameda ”, hasta llegar a la terminal de ferrocarril.

El hospedaje, contaba con veinte habitaciones, todas en su planta alta, que exhibía el confort propio de la época y eran gustadas por forasteros y personalidades ilustres que visitaban la ciudad, pues se alzaba como el más cómodo lugar de descanso.
En su planta baja, se encontraba el restaurante, en el que se expendía un variado menú de platos nacionales y locales, estos últimos caracterizados por un fuerte componente de mariscos. Se dice que las “paellas” elaboradas aquí eran famosas por su exquisito sabor.

En los bajos, contaba este hotel con un salón o recepción, café y cantina en los que se expendían los más finos licores, refrescos naturales y embotellados y helados elaborados en el propio lugar a base de las más exquisitas frutas, traídas en su mayoría de la comarca cercana de “Santa Lucía”.

Poseía, anexo, un Departamento de Repostería, en el que se elaboraban los más deliciosos dulces, entre los que se distinguía el “boniatillo”, “pasteles de guayaba”, “cakes”, “merenguitos” y una amplia variedad de tortas que diferían en texturas y texturas y sabores y que constituían la golosina de cuantos la visitaban.
Renglón aparte merece la referencia a la espléndida marquesina, que rodeando la esquina citadina, servía de punto de reunión a lo más representativo de la sociedad nuevitera de entonces y a los visitantes que hasta aquí llegaban.

Se dice que este lugar fue visitado por insignes personalidades cubanas y extranjeras entre las que se destacan el genial humorista cubano Enrique Arredondo y el famoso de “El viejo y el mar”, el entrañable amigo de Cuba Ernest Hemingway, quien tras su periplo por la cayería norte, visitara nuestra urbe.

En la década de 1960, tras un mercado deterioro, es demolido el representativo hotel y en su lugar se construyó una moderna “Pizzería”, con la que se marca el acento gastronómico del lugar.
Varias generaciones de nueviteros, cuando recorren el lugar, recuerdan el simbólico hotel y tal parece que desde las entrañas mismas de la tierra que le sirvió de cimiente, brotan las notas musicales salidas del antiguo traganíquel que hacía del esparcimiento aquí una inevitable práctica de los pobladores de entonces.

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