martes, 29 de junio de 2010

RECUERDOS DE LA GLORIETA

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Variados son los lugares de los que nuestra memoria conserva gratos recuerdos, ellos sin dudas nos han marcado para siempre, no importa la edad con que contemos al pasar por ellos, esto ocurre con “La Glorieta” del parque “Salvador Cisneros Betancourt” a la que siempre han acudido nueviteros de diferentes generaciones.
Esta construcción se encuentra ubicada justamente al centro del parque, donde se cortan las diagonales que a modo de paseos lo atraviesan desde cada una de sus entradas dispuestas en los ángulos rectos en que se enmarcan cada una de sus esquinas.

La Glorieta fue construida en 1919, está formada por 8 columnas que dan su forma octogonal, sus columnas son estridas en el fuste, sus bases son cuadradas y los capiteles de orden jónico presentan diseños de volutas, sobre las columnas descansa la cornisa y el friso decorado y sobre este la cúpula en forma de bóveda.
Es costumbre de los padres, llevar a sus pequeños a esta construcción a que pronuncien las frases deseadas o buscadas con intención para la ocasión, porque la caja de resonancia que se forma por la cisterna con agua situada debajo del piso y la cubierta, producen un eco insospechado. Con ello durante décadas han disfrutado varias proles de lugareños.

Es este uno de esos lugares que resulta siempre elegido para con una instantánea, apresar un inolvidable momento: es testigo de fotos de cumpleaños infantiles, de desfiles escolares o disfraces carnavalescos, pero siempre, este resulta un entorno preferido para guardar una imagen.
Renglón aparte merecen las cumpleañeras, que al arribar a sus 15 años, con sus familiares y amigos acuden al lugar, para apresar una foto, que con atavíos propios de la celebración, les permita perpetuar, en medio de la alegría colectiva el día en que arriban a “ladead de las ilusiones”.

Sobre la plataforma de esta típica glorieta, acostumbran a patinar infantes, imagen perdurable en el tiempo, mientras los padres y abuelas se dedican a cuidarlos desde el frescor que producen las ceibas bajo las cuales se encuentra diseminados los bancos de nuestro principal parque.
Este ha sido también recurrente para importantes celebraciones y conmemoraciones. Se convierte en escenario especial en actividades enmarcadas en semanas de la cultura local, aniversarios importantes, lanzamientos de libros y ceremonias oficiales.

El lugar, desde el cual la banda municipal nos regala sus conciertos, a pasado a ser parte inseparable del patrimonio edificado en el centro histórico de la ciudad y todos los moradores de la villa la recuerdan con gratitud por lo que ha significado en distintos momentos de su vida.

Así, acudir a “nuestra glorieta”, resulta una tradición que llegó con su construcción y a perdurado a lo largo de los años, y logra tentar a los visitantes, los que con usted, si pasean por nuestro parque, cámara en mano, es difícil no lo motive a guardar de allí una bonita fotografía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

a