jueves, 4 de febrero de 2010

TRANSFORMACIÓN DEMOGRÁFICA DE FINALES DEL SIGLO XIX.

Por Lic. Ricardo Ferrer Aluija.

Concluida la Guerra Hispano-Norteamericana, con la cual culminó la lucha de los cubanos por su emancipación, entonces frustrada por la ingerencia de ¨ …el gigante de las siete leguas…¨, las principales ciudades de Cuba, entre las que se contaba Nuevitas, experimentaron transformación significativa en su emporio demográfico.

Al iniciarse el ¨ período de independencia ¨ al culminar la dominación española, se produjo un déficit grave de la población en los campos, agravado por el hecho de que la población desplazada del sector rural generalmente permaneció en la ciudad, pues la ayuda prestada por medio de las raciones durante los años 1898 y 1899 y la escasa difusión del sistema de habilitación de los campesinos, con préstamos en reses y en equipos, impidieron que retornaran a su anterior emplazamiento.

Entre 1887 y 1899 la ciudad, como otras notorias de la isla, había aumentado su población de, de modo que de 6 618 habitantes, se vio incrementado hasta llegar a 10 355, lo que evidencia la concentración que se había producido en los núcleos urbanos.

El hecho de que se concentrara una parte de la población campesina en la ciudad dejó algunas zonas desprovistas de los brazos necesarios para el fomento que les esperaba dadas las nuevas condiciones que las estrechas relaciones políticas y económicas con los Estados unidos, creaban a través de las grandes inversiones para el desarrollo azucarero y agrícola.

Entonces, desde los primeros años de la república mediatizada, la cuestión de la inmigración y de la colonización se agitó entre los sectores económicos más interesados en suplir la relativa escasez de la población rural. La ciudad fue testigo de cómo se formaron asociaciones, compañías y ligas para favorecer proyectos o discutir los problemas del caso, pero como era de esperar se hizo muy poco en el orden estatal.

Luego, el 12 de junio de 1906, se puso en vigor la Ley de Inmigración y Colonización, que disponía la creación de un fondo de un millón de pesos para establecer familias e importar braceros, que serían ubicados en aquellas tierras cedidas por propietarios para darles arrendamiento o a plazos a los inmigrantes, lo que provocó que algunos de los ¨ nuevos lugareños ¨ se trasladaran a zonas agrícolas cercanas.

Como verá, la ciudad culminó el siglo XIX viendo incrementada su población debido a las consecuencias de la guerra, ello hizo que se construyeran nuevas pero muy modestas viviendas y que se abrieran por los moradores caminos, trillos y pasos por los que transitar con más pobladores.

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