jueves, 4 de febrero de 2010

NUEVITAS EN LAS PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX.

Por Lic. Ricardo Ferrer Aluija.

Cuba vivía los primeros años de ¨ la república ¨, caracterizados por el entreguismo a los estados Unidos y se producía la llamada ¨ Danza de los Millones ¨ en los días del gobierno de Mario García Menocal y la ciudad mostraba un quehacer incipiente en tanto mantenía sus vínculos con la capital provincial a través del ferrocarril, pues por entonces no existía carretera hasta ahí, pero su condición de puerto relevante condicionó la transformación de su entorno.

Contaba la ciudad por entonces con 13 000 habitantes. La importación entre 1910 y 1911 ascendió a $ 813 651 y la exportación en $ 1, 303 452 , ese año se produjeron 852 entradas de buque de cabotaje con 195 980 toneladas y las salidas fueron 841 con 196 075 toneladas, en tanto las de buques de travesía ascendieron a 88 con 201 940 toneladas , en tanto salieron 87 con 200 263.

El 5 de diciembre de 1912 fue establecida en la ciudad una sucursal del ¨ Banco Real de Canadá ¨, mientras el 8 de diciembre del propio año comenzó a funcionar una sucursal del ¨ Banco Español de la Isla de Cuba ¨.

Para facilitar la manipulación de la exportación e importación, se construyó un muelle de 300 metros de largo, con cerca de diez pies de calado, y se contaba con un remolcador a vapor, dos barcos de vela con una capacidad de 480 y 250 sacos respectivamente y tres gabarras propiedad de la Munson S:S: Line.

La ciudad contaba con agencias de las compañías ¨ Norddeutscher Lloyd ¨, ¨ Royal Insurance Company ¨,¨ Royal Mail Steamship ¨, ¨ Compañía Trasatlántica Española ¨, ¨American & Cuban Steamship Line ¨, ¨ Banco Nacional de Cuba ¨y ¨ Banco de la Habana ¨, En tanto los principales artículos de importación eran 500 sacos mensuales de harina de los puertos del norte del Atlántico y del Golfo, 1 500 sacos de arroz mensuales de Liverpool, otros comestibles, vinos, sal, aceites y conservas de España y los Estados Unidos.

Por entonces, la ciudad era el reflejo de un artificial crecimiento económico, que lejos de estar dirigido a satisfacer las necesidades de los lugareños, eran el reflejo del entreguismo que ponía a nuestra economía en desventaja con relación al país del norte y limitaba nuestra independencia, por lo que la población no percibía de manera concreta los resultados del presunto auge económico.

Así, el inicio del siglo de la república en la ciudad, sirvió para sentar las bases del ulterior devenir socioeconómico de la localidad, lo que ha pasado a la historia como una parte del triste pasado del que se sacaron las necesarias enseñanzas para luchar por elegir un mejor presente.

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