lunes, 27 de febrero de 2012

LAS FIESTAS POPULARES EN NUEVITAS.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Mientras transcurre una festividad se dejan atrás o agudizan rencillas personales; el contacto directo con otras personas genera nuevos conocidos, aparecen así actividades competitivas que muestran cualidades para la improvisación cantada, la habilidad para ciertos juegos, corridas de caballo, , cintas, etc. Además se construyen locales especiales para la venta de artículos artesanales, comidas y bebidas, a los que en Nuevitas se les denominaba “enramadas” .

Los festejos aquí tuvieron disímiles génesis: algunos muy estrechamente interrelacionados con complejos fenómenos religiosos, en los cuales los participantes tras el estado inusual en que pueden proyectarse en esa ocasión proponían el acercamiento espiritual de las entidades sobre naturales. La ingestión de bebidas alcohólicas, la utilización de vestuario acorde con las propias características de la fiesta, la utilización de mascaras, etc., contribuyen a una desestimación de las reglas habituales que promueven cierto desorden y excesos aprovechados en función de mitos implícitos en las fiestas y que constituyen a menudo la base de un festejo.

Para las celebraciones muchas son las motivaciones, las que pueden sucederse a partir de algún acontecimiento familiar (nacimiento, bautizo, matrimonio, muerte), hasta otras de mayor complejidad como las fiestas agrarias y laborales, o también las de carácter religioso.La música, el canto, las fiestas, las narraciones- en fin, las expresiones constitutivas de su cultura espiritual-, siguieron otro derrotero: por un lado, las encomiendas que aceleraron la merma de la población aborigen y, por el otro, el empeño de cristianizarla, hicieron que fueran languideciendo, perdiéndose en la confusión de la mitología.

La procedencia de la naciente ciudad de Nuevitas a mediados de siglo XVIII posibilitó, que en ella penetraran costumbres populares que iban ganando cada vez un mayor arraigo entre los grupos sociales. A medida que las clases dominante lograran un mayor nivel cultural, esas costumbres en alguna medida se fueron separando de ellas para conservarse en el seno de la población de escasos ingresos económicos, fundamentalmente pescadores y portuarios y las otrora actividades pasaron a ser compartidas en divertimento de las familias mas acomodadas mientras los mas pobres fueron los depositarios y generadores de formas expresivas de incuestionable arraigo popular.

En el devenir de todo el siglo XVIII se fueron desarrollando en la localidad distintos estamentos sociales, como producto del desenvolvimiento económico y del notable aumento de la población – contando en ella los blancos y negros- apareciendo costumbres típicas que permitieron identificar a cada uno de los grupos: espaciosas y cómodas viviendas de horcones y techos de tejas criollas en los que la brisa del mar hacia delicias de sus moradores, gran números de sirvientes, la vestimenta al estilo europeo y los paseos en calesas y volantas en la zona llama de la ciudad, devinieron en rasgos distintivos de los ricos.

En Nuevitas la clase media mostraba una vida más austera llena de limitaciones, modestas viviendas, construcción ordinaria del mobiliario, - este es el momento en que los hombres para saciar la diversión acuden con preferencia a las peleas de gallo. Se dice que a falta de trabajo jugaban y bailaban. Muchas de las costumbres populares que transitaron en el siglo XVIII tuvieron su génesis en el siglo anterior, entre ellas en Nuevitas se contaba con las Fiestas de San Juan y San Pedro, los Altares de la Cruz, las Procesiones y otras prácticas que hacían que en este lugar el jolgorio adquiriera características singulares.

Las más significativas fiestas populares tradicionales en Nuevitas eran Las Verbenas, las Fiestas Patronales dedicadas a San Fernando de Nuevitas el 30 de mayo y a San Miguel el 29 de septiembre, las Fiestas de la Cruz de Mayo y los Altares de la Cruz el 3 de mayo, sobresalían como fiestas rituales las dedicadas a La Virgen de Regla el 7 de septiembre, a Santa Bárbara el 4 de diciembre y San Silvestre el 3 de diciembre, las fiesta de los obreros y mareantes que era una festividad de tipo laboral se llevaba a cabo el 24 de marzo, sin fechas fijas se desarrollaban las romerías algunas organizadas por emigrantes españoles en tanto el muy arraigado san Juan y San Pedro se festejaban del 24 al 29 de junio.

En Nuevitas todos hablan con nostalgia sobre las antiguas ¨ verbenas ¨, a ellas se les atribuyen múltiples prácticas y matices, pero lo innegable es que a ciencia cierta no existe un estudio acabado de su contenido festivo y mientras en las publicaciones de otras ciudades a las festividades más frecuentes les llamaban romerías, es evidente que aquí recibían esta denominación.

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