jueves, 4 de febrero de 2010

DE LA PIRATERÍA A LA DOCTRINA MONROE.

Por Lic. Ricardo Ferrer Aluija.
El 27 de enero de 1823, la goleta ¨ Zaragozana ¨, llegó el puerto de Nuevitas procedente de La habana, portando como carga combustible y pasajeros. Se dice que por entonces andaba por la cayería norte Jean Lafite, más conocido como ¨ el pirata del golfo ¨, conocido por sus fechorías en esta área geográfica.

La Zaragozana estaba al mando del capitán don Cayetano Aragonés, acompañada de una numerosa tripulación que portaba tres cañones, fusilería y armas blancas, pero ocurrió que el 2 de febrero del propio año cayendo la tarde se sublevó la marinería y haciéndose de la nave, aprovecharon la oscuridad de la noche para invadir y saquear la goleta estadounidense nombrada ¨Lively¨ también surta en el puerto, en tanto La Zaragozana se hizo a la mar hacia la entraba de la bahía.

Al amanecer del día siguiente, alrededor de dos decenas de hombres armados, redujeron a la muy poca numerosa guardia del fuerte ¨ San Hilario ¨, ubicado en un pequeño promontorio en sitio estratégico a la entraba de la bahía.

La embarcación zarpó mar afuera, mientras el día 7, Juan de Lucio Villegas, por entonces alcalde de Nuevitas, le comunicó al teniente gobernador de Puerto Príncipe que hacía algún tiempo circulaban rumores de reuniones de piratas por el entorno citadino y que sus guardias estaban en los pesqueros, con la complicidad de criollos, españoles y extranjeros, los que contaban con la debida licencia para la pesca.

Los forajidos, las noches del 8 y 9 de febrero, penetraron a la bahía en botes y de un zarpazo se apoderaron de las goletas ¨Lively¨ y ¨ Lady Delight ¨, ambas estadounidenses, sin que se ofreciera resistencia por las fuerzas de ¨ San Hilario ¨, lo que les permitió salir de Nuevitas en horas de la madrugada sin grandes dificultades.

Juan de Lucio Villegas, ese propio día dio cuenta a Puerto Príncipe, que el fuerte ¨ San Hilario ¨ estaba prácticamente en manos de los piratas porque su guarnición se mantenía inerte ante los sonados atentados, lo que parecía que no existía allí la fuerza suficiente para impedirlos y quejoso refería que el destacamento de refuerzo llegado al lugar la víspera sólo contaba con siete hombres.

Era evidente que por entonces se acrecentaba la piratería, entre otras razones, por la poca efectividad de las huestes y autoridades coloniales, lo que condicionó una marcada fricción entre España y Estados Unidos y Gran Bretaña de otra parte, por lo que en una insólita práctica para proteger los buques mercantes de bandera norteamericana, el gobierno del país del norte instaló un escuadrón en las aguas cercanas a la isla, práctica con la cual llegó a Nuevitas una flotilla de buques de guerra estadounidenses en junio de 1823.

Se preparaba callada la Doctrina Monroe, declaración que recogería los principios de la política exterior de Estados Unidos con respecto a los derechos y actividades de las potencias europeas en el continente americano, expuesta por ese presidente en su comparecencia anual ante el Congreso de Estados Unidos el 2 de diciembre de 1823, y que llegó a ser la base de la política aplicada por el imperialismo a Latinoamérica ¿ América para los americanos o para los norteamericanos?

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