jueves, 18 de septiembre de 2014

LA PRODUCCIÓN DE AZÚCAR EN NUEVITAS EN LA ETAPA COLONIAL.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija. La producción azucarera inicialmente en Nuevitas como en el resto del país se desarrolló mediante préstamos que la Corona hacía a los hacendados. Esta industria favoreció la entrada de inmigrantes extranjeros que en condición de colonos difundieron la siembra de este cultivo. Al inicio la caña fue utilizada de forma natural y posteriormente en el proceso fabril, se utilizó la fuerza animal. Hacia inicios del siglo XVII proliferaron grandes plantaciones cañeras pero apenas tenía presencia en Nuevitas. La ruina de la industria azucarera de Haití generada por la Revolución marcó el inicio de la producción azucarera y construyéndose las primeras fábricas de azúcar conocidas como trapiches-ingenios, viéndose favorecida la villa de San Fernando de Nuevitas porque en las zonas de San Miguel, El Bagá, El Senado, Lugareño y Redención, que poseían tierras fértiles se dedicaron a la explotación de la caña. Entre 1859 y 1860 la localidad contaba con 19 ingenios, de los que 12 eran movidos a vapor y 7 trapiches. En 1859 se alcanzó una producción de 6338 bocoyes pero hubo un descenso en la producción en 1860 en que solo pudieron producir 5709 bocoyes. De aquellos ingenios, el Atalaya, era el más grande y con mayor extensión de tierras cultivadas. En 1860 el ingenio San José alcanzó la mayor producción de azúcar con 1011 bocoyes. Aquella producción se sustentó sobre la base de la mano de obra esclava. A pesar de su fomento, la agricultura continuó atrasada en variedades de cultivos, en las plantaciones de caña solo con 120 caballerías sembradas. A principios de 1858 se contó con más de 300 caballerías de tierras cultivadas, en tanto se dedicaron 8 caballerías distribuidas en 12 vegas para tabaco en Bayatabo. La guerra por la independencia, la abolición de la esclavitud y la ampliación de la producción azucarera en otras regiones del mundo, provocaron importantes cambios en la sociedad cubana. Los antiguos esclavos pasaron a engrosar la masa de los obreros asalariados, artesanos, campesinos y otros trabajadores libres. La mayor parte de los cubanos ricos se arruinaron, pasando muchos de ellos a integrar las capas medias urbanas; mientras en el campo, al perder la propiedad de sus ingenios y a veces de sus tierras, se dedicaron a producir caña de azúcar para las fábricas que ya no les pertenecían. Anteriormente, los hacendados azucareros eran los dueños no sólo de las fábricas de azúcar sino también de las plantaciones de caña. Pero la ruina causada por la guerra, las crecientes confiscaciones hechas por España y la necesidad de invertir grandes recursos en la modernización de los ingenios para competir favorablemente con los productores de otros países, condujeron a la centralización del capital y de la producción azucarera. Es en esa etapa cuando empieza a penetrar con fuerza el capital norteamericano, sobre todo en los sectores del azúcar, las minas y el tabaco. Políticamente, Cuba seguía siendo colonia de España; pero económicamente, comenzaba a depender de Estados Unidos, de ello fue testigo la región de Nuevitas.

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