martes, 8 de noviembre de 2011

¨ REPARADORES DE SOMBREROS ¨.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

Algunos oficios por su singularidad, en el pasado se arraigaron en Nuevitas, lo que hacía de ellos centro de la atención de los lugareños. Entre las décadas de los años 20 y 50 del pasado siglo, la moda impuso a los hombres el uso del sombrero de paño, dando lugar a que afloraran los ¨ reparadores de sombreros ¨.

Las instantáneas de mediados del siglo XX nuevitero son testigos de los mozos que paseaban por la ¨ Alameda ¨ y el principal parque de la ciudad portando sombreros de paño, con su doble utilidad: resguardarse del sol y estar a tono con la moda de la época.

La reparación de uno de estos sombreros, puede demorar hasta tres días, tiempo después del cual pueden quedar como nuevos. En el proceso de restauración de esos accesorios utilizaba bora para otorgarle dureza y brillo en el planchado. En Nuevitas, unos pocos se sentía orgullosos de laborar en ese oficio, pero fueron envejeciendo y ya no queda ninguno en la ciudad.

Los que se desempeñaban en el quehacer planchaban, restauraban y limpiaban sombreros de fieltro, paño y pita. Estos hábiles reparadores de sombreros contaban con varias hormas de madera para colocar los importantes accesorios para ser lavados, estirados, secados y planchados y hacían de la profesión todo un arte reconocido por la sociedad.

Algo especial en la terminación de la restauración de los sombreros lo constituye la colocación de la cita que remata el ala del sombrero y su parte superior. Las cintas usadas, generalmente de satín, guardan relación con el color y las características del sombrero. De esta manera, un elegante sombrero de paño negro podía decorarse con una cinta azul prusia o un sombrero beige solía lucir una cinta carmelita oscura.

Prácticamente han desaparecido los que se dedican a planchar sombreros, los que hace unos cuantos años ocupaban un lugar importante en Nuevitas, razón por la que algunos portadores de sombreros de paño quedaron desamparados al momento de querer reparar o planchar su sombrero. Hoy las principales prácticas están abocadas a la venta de productos nuevos y no a la reparación de los antes muy populares sombreros de paño.

Ahora, cuando ha pasado la moda del sombrero de paño y aparecen nuevos accesorios para cubrirse la cabeza, queda la impronta de aquellos singulares sombreros, que contaban además con un lenguaje propio para saludar las damiselas y mostrar respeto a los mayores.

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