Por el MSc. Ricardo H. Ferrer Aluija.
Por estos días, cuando los medios de comunicación del planeta dan amplísima cobertura a los movimientos telúricos ocurridos en Haití y Chile, lugares en los que dejaron innumerables pérdidas humanas y materiales y cuando la región más oriental de Cuba vivió recientemente la realidad de un sismo perceptible de 5,5 grados en la escala Richter, me viene a la mente un evento de similar naturaleza que dejó en mi una imborrable huella.
Recientemente ha corrido de un extremo a otro del planeta la noticia de que el 12 de abril de 1766 ocurrió el primer terremoto oficialmente registrado en Camagüey, que también se sintió en la ciudad de Nuevitas y se afirma que en 1837 de nuevo tembló la tierra en Nuevitas y fue sentido en las alturas de la Sierra de Cubitas.
Según revelan recientes publicaciones, se cuenta con información de que en 1929 la cima de la loma de ¨ La Deseada ¨, promontorio descrito por Colón en su viaje de descubrimiento y que está situada entre Guáimaro y Nuevitas, se hundió a causa de un temblor de tierra, que algunos lugareños que peinan canas afirman se sintió en la ciudad.
Luego resultó significativo un evento telúrico en la primera mitad de la década de los años 60 del pasado siglo XX del que conservo una desagradable sensación. Apenas con nueve años de edad, mi hermano y yo nos encontrábamos sentados en el suelo frente al añejo televiso marca Dumont, viendo los cartones de muñequitos cuando una extraña sensación nos estremeció y mi padre de un salto se lanzó a sostener el televisor por su frente, por el intinto de impedir que pudiera caernos encima.
Luego en una tarde de la década de los 80 se reportó en el poblado de Martí, muy cerca de Cascorro un movimiento telúrico que conmocionó aquella zona y mi tía que se desempeñaba como taquillera del Cine Nuevitas en el que expendía las entradas sintió ¨ brujear ¨ el cristal de la taquilla que desde entonces quedó cuarteado.
Según refiere el cronista camagüeyano Eduardo Labrada ¨ esta provincia, próxima al oriente cubano, presenta una larga fractura que desde la bahía de Nuevitas corre al oeste hasta el río Caonao, toda esa área se encuentra sometida a sobre empuje tectónico y desplazamientos, avanzando, junto con el territorio cubano, a razón de 15 mm/años al noroeste respecto al resto del Caribe. Otra zona inestable atraviesa la provincia desde Nuevitas hasta aproximadamente Punta Macurijes, al sur de Vertientes ¨.
Ahora cuando todo parece indicar que se ha incrementado la actividad sismológica y pueblos enteros enfrentan sus devastadoras secuelas, vale la pena repasar la historia pasada que nos permita sacar las mejores experiencias para hacer galas de nuestra educación civil en el enfrentamiento a las catástrofes naturales. De momento vale la pena preguntarnos ¿habrán temblores de tierra en Nuevitas?
lunes, 21 de junio de 2010
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