Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.
Desde tiempos ancestrales de la etapa de la dominación colonial española en Cuba, las tierras acostumbraban a delimitarse en ¨ hatos ¨ , ¨ corrales ¨ y ¨ realengos ¨, pero lo significativo es que en la década de los 30 del pasado siglo XX , aun en Nuevitas existían ¨ realengos ¨.
Los hatos eran demarcaciones circulares, medidas a la redonda mientras los corrales eran haciendas destinadas al cultivo y la cría de ganado, generalmente mayor. Entre los hatos quedaba una porción de tierra sin que su propiedad se le adjudicara a nadie, por tanto pertenecían exclusivamente al poder del rey.
En un mapa del ¨ Término Municipal de Nuevitas, croquis de parcelación construido por la Escuela de Agrimensura de Camagüey, como contribución al censo de 1931, escala 1: 100,000 ¨, fechado en ese propio año, aparecen señalados los realengos que en la ciudad aun existían.
El ¨ Realengo de la letra R ¨, con una extensión de 364 caballerías, colindante con ¨ El Carmen ¨ y ¨ Sabana de la Mar ¨ y el ¨ Realengo de la letra S ¨, colindante con la llamada tembladera y con ¨ Nuevitas de Becerra ¨, son dos de los mejor conservados por entonces.
Como ¨ Realengo Inútil ¨ aparece una extensión que es atravesada por el ¨ Río Máximo ¨ y la bahía de ¨ Mayanabo ¨, en tanto el ¨ Realengo Blanquizal ¨ colindaba con ¨ La Concepción ¨ y el ¨ Realengo El Júcaro ¨ limitaba con un playazo y un lugar conocido como carbonera.
El singular plano en una nota apunta : ¨ Ha sido construido por la revisión de planos de fincas y fundos ( hatos, Corrales y realengos) obtenidos de varios archivos particulares ¨ lo que da fe de las fuentes utilizadas para su confección en tiempos en que aun no existía la tecnología con que hoy se cuenta.
De este modo llega a nuestros días la referencia a estos vetustos realengos como testimonio de la herencia cartográfica que nos permite interpretar el pasado entendido como el largo proceso que conformó nuestro entorno e incidió en la conformación de la cultura local.
lunes, 21 de junio de 2010
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