jueves, 18 de septiembre de 2014
¿PELARSE EL DÍA DE LA CANDELARIA ?
Por Ricardo Ferrer Aluija.
Este 2 de febrero, estaremos de convite por el medio milenio de la fundación de la Villa de santa María del Puerto del Príncipe, fundada por entonces en la Bahía de Nuevitas y luego de peregrinar andariego se asentó entre los ríos Tínima y Hatibonico, lugar donde actualmente se emplaza el emporio convertido en capital de la comarca.
Cuando medito sobre el devenir de la fecha, muchísimos recuerdos me vienen a la mente, pero por sobre todos, aquel era un día en el que mi abuela materna, deshacía su larga trenza que recogía con ¨ grandes ganchos metálicos ¨ para que sin que se perdiera tiempo, le cortaran un poco el pelo, para que según ella brotara con fuerza y se hiciera más copioso. De aquel ritual fui testigo hasta el final de sus días. ¿sería esta también una práctica similar de los indocubanos prehispánicos que cortarían sus cabellos ese día?
Por entonces en el patio de mi casa había una longeva parra, que enredaba sus guías hasta el techo y de la que se recogían pequeños y moradísimos racimos de uvas alguna vez al año. Este también era el día en que ¨ ni corto ni perezoso buscaban a un vecino que tuviera buenas manos para podarla ¨. En tan especial ocasión era desgajado el vegetal para que de sus robustos tallos sugieran vigorosos nuevos vástagos y se apartaban unos trozos de sus mejores tallos que puestos en agua germinaban para ser sembrados nuevamente. Muchos vecino iban a la casa en tan especial ocasión a buscar aquellos tallos que se convertirían en posturas de otros patios.
En tan especial ocasión repaso los antecedentes de las celebraciones del ¨ Día de la Candelaria ¨ y encuentro que algunos apuntes señalan que en México el 2 de febrero adquirió matices muy fuertes, arraigados a la tradición popular, en la época prehispánica y que era el día de las mazorcas y los para ofrecérselos a los dioses del agua y de las siembras, costumbre esta que ha perdurado.
En los almanaques a lo largo de la historia, se ha ofrecido todo tipo de información desde los antiquísimos conocimientos astrológicos y los consejos médicos a ellos ligados, hasta las doctrinas religiosas, el teatro, la música, la historia, la política, la filosofía, las ciencias, la navegación las noticias de sociedad. Recuerdo que en la casa de mi abuela se prestaba atención a la pequeña hojita del almanaque cada 2 de febrero. Aquel era un día de notoriedad.
Ahora, cuando nos acercamos a los 500 años de la villa primada de la provincia, me pregunto ¿ cuantos cabellos y plantas pueden haber sido cortados debido a esa ancestral práctica? De todos modos enhorabuena la villa en su onomástico mayor y la rica historia que ha acumulado en su devenir.
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