ANTIGUA ¨ PLAZA DEL VAPOR ¨.

Por MSc. Ricardo Ferrer Aluija.

En la trama urbana de la ciudad del siglo XIX, además de las calles, la costa y las estructuras creadas desde entonces para facilitar el atraque de embarcaciones de mediano porte, sobresalían espacios de grandes dimensiones devenidos en plazas y plazuelas, entre las que sobresalía la ¨ Plaza del Vapor ¨.

La singular plaza ocupaba la manzana enmarcada por las antiguas calles de ¨ El Sol ¨, ¨ La Luna ¨, ¨ Banora ¨ y ¨ Santa Isabel ¨ y se distinguía por la concurrencia de los moradores de la ciudad que disfrutaban allí del fresco que podía disfrutarse bajo las frondosas ceibas y los álamos que desde entonces le otorgaban sobriedad.

Hasta la ¨ Plaza del Vapor ¨ acudían los lugareños para vender y comparar productos del agro, del mar y una variada manufactura salida de las manos creadoras de la época. Exquisitos buñuelos, chicharritas de plátano, pescados y manjúa fritas, constituían golosinas muy consumidas por entonces allí.

Se dice que una negra conocida como María Dolores, se dirigía hasta allí con una variada oferta de productos elaborados con guano entre los que se distinguían por su fortaleza y estética las jaba, bolsos con tapa, canastas y pequeños doilers que servían para colocar sobre ellos vasijas con alimento caliente sin que se dañaran los manteles de las mesas.

Según documentos de la época ya en 1848 existía la plaza con identidad propia y todo parece indicar que su presencia llegó a inicios del siglo XX, por lo que sin dudas le granjeó un gran arraigo entre los nueviteros.

Todo parece indicar que en ese lugar se habían emplazado un malogrado hospedaje a manera de barracones en los que pernoctaban los que llegaban por mar hasta aquí para luego retornar a sus lugares de origen. Estas vetustas estructuras de madera y cubierta de zinc, que databan de mediados del siglo XIX, sirvieron para que en ellos se instalaran las tropas intervencionistas norteamericana al concluir nuestras gestas por la independencia.

En el lugar donde se encontraba la antigua ¨ Plaza del Vapor ¨ hoy se encuentra el y escuela primaria ¨ Camilo Cienfuegos ¨, instalaciones construidas en 1930 por José Miguel Tarafa, que ha devenido en verdadero símbolo de la ciudad, en el que infantes felices juegan y ríen dando muestras de su dinámico andar, cual señal de continuidad de la vida en la ribereña ciudad.